Londres - “Nada más suceder el atentado, cuando todavía no sabes muy bien qué ha sucedido, la sensación es de shock, y luego de tristeza”, explica Jon Hernández, un periodista vasco que el miércoles se dirigía a su trabajo en Londres poco después del ataque en las inmediaciones del Parlamento. “Vi mucha policía y al llegar a la redacción me enteré por la televisión”.
Jon Hernández asegura que “la población de Londres es consciente de que estas cosas pueden ocurrir, no lo piensas todos los días para no volverte loco, pero te lo puedes esperar”. Aunque eso no implica vivir con miedo porque “las medidas de seguridad siempre han sido importantes y lo seguirán siendo”. Opina que “la ciudad está preparada porque sabe que está en el punto de mira del terrorismo” y que el atentado del miércoles no supondrá un punto de inflexión en la seguridad, “ese punto -dice Jon- fue en 2005”.
Sobre la reacción de la gente en la calle y en los centros de trabajo apunta que “consiste en tratarlo con la máxima normalidad y mantener la calma”. “De hecho, la estación de Waterloo estaba abierta dos horas después del atentado y el transporte, dentro de la situación, fue lo más normal posible”. Jon Hernández asegura que hoy, o el fin de semana, se acercaría a la zona del atentado sin ningún temor, porque sabe que la ciudad está suficientemente preparada para reaccionar ante las amenazas a la seguridad.
Otra joven vasca residente en la capital británica, Edurne Mugarza, señaló ayer que excepto por la presencia de cámaras y el sobrevuelo de helicópteros, en la zona del Parlamento había normalidad, e incluso se había reabierto el puente donde se inició la tragedia.
En el mismo sentido, Xabier Mendizabal indicó que ayer la situación era de normalidad. “En Trafalgar Square la gente pone flores y velas y se ve más presencia policial de lo habitual, es lo único que indica que ha ocurrido algo. El miércoles hubo un gran problema de tráfico, pero ahora hay tranquilidad”. - B.S.