dublín - El mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP) y Sinn Féin se confirman como los más votados en las elecciones autonómicas celebradas este jueves en Irlanda del Norte tras el colapso del Gobierno de poder compartido, mientras continuaba el recuento de sufragios. La formación nacionalista, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), obtenía 23 de los primeros 53 escaños adjudicados de los 90. Le seguía el DUP, con 14 escaños. No obstante, el recuento final podría decantar significativamente la balanza hacia uno de los dos grandes partidos tras la transferencia de votos de otras formaciones, según permite el complejo sistema electoral norirlandés, cuyo resultado está previsto que se conozca hoy sábado.
Sea como fuere, DUP y Sinn Féin volverán a dominar la Asamblea de Belfast, que pasa de tener 108 a 90 parlamentarios, y estarán obligados durante las próximas tres semanas a negociar la formación de un nuevo Gobierno de poder compartido, a pesar de que mantienen profundas diferencias. La gran actuación de los nacionalistas coincide con el Brexit, que fue rechazado mayoritariamente por los norirlandeses, y con la llegada al liderazgo del partido de Michelle O’Neill, quien sustituyó al histórico Martin McGuinness cuando éste anunció el pasado enero que abandonaba la política por una grave enfermedad.
Pocos días antes, McGuinness, comandante del IRA durante parte del pasado conflicto, había dimitido de su puesto de viceministro principal por un caso de corrupción en la política de energías renovables del Ejecutivo dirigido por la líder del DUP, Arlene Foster, lo que provocó su caída y la convocatoria de estos nuevos comicios.
gran participación A pesar de ese escándalo financiero, la ex ministra principal también está en camino de lograr un buen resultado que, como O’Neill, atribuyó a la movilización del electorado ante los comicios más importantes desde la firma en 1998 del acuerdo del Viernes Santo, que puso fin a casi cuatro décadas de sangriento conflicto. Ante los retos que presenta la salida de Reino Unido de la Unión Europea, los norirlandeses respondieron los llamamientos de los partidos y un total 812.783 personas, el 64,8% del electorado, ejercieron ayer su derecho al voto, frente al 54,9% que acudió a las urnas hace once meses.
En este sentido, el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, aseguró ayer en Belfast que la Irlanda del Norte ha rechazado en las urnas el Brexit, ante la posibilidad de que este divorcio provoque el restablecimiento de una frontera estricta con la República de Irlanda y dañe a la economía y al proceso de paz.
Tampoco el DUP, que hizo campaña a favor de la salida del bloque comunitario, quiere la vuelta de las “fronteras del pasado” y aunque defiende la permanencia de la región en el Reino Unido, aboga por que Bruselas conceda a la autonomía un estatus especial. Su temor es que, con el auge del nacionalismo, Sinn Féin redoble sus esfuerzos para lograr la convocatoria de un referéndum sobre la reunificación de la isla, después de que Irlanda del Norte rechazara el Brexit en la consulta del pasado 23 de junio. Hasta la llegada de ese hipotético día, los nacionalistas también aspiran a una posición especial en el bloque comunitario.