París - El candidato conservador a la Presidencia de Francia, François Fillon, se opuso ayer, con el argumento de que no existe alternativa a su candidatura, a los diputados de su propio partido que le piden que renuncie a la carrera al Elíseo. “No hay solución alternativa” y la retirada provocaría “una crisis importante” en la derecha francesa, aseguró Fillon a los diputados de su partido reunidos en París, según relataron algunos de los presentes a medios locales. Fillon se enfrentó en particular al diputado sarkozista Georges Fenech, que le entregó un documento firmado por varias decenas de parlamentarios en el que pedían una reunión del Comité Político del partido Los Republicanos para estudiar la situación.
Estos parlamentarios consideran que las revelaciones sobre la contratación de la mujer de Fillon como asistente parlamentaria suya, presuntamente en un empleo ficticio, complican la campaña electoral. Según esos diputados, los electores que encuentran en sus circunscripciones les preguntan solo por este caso y no por las propuestas programáticas. Además, el candidato conservador se ha desplomado en los sondeos, que tras haberle dado como favorito después de su victoria en las primarias de diciembre pasado le sitúan ahora fuera de la segunda vuelta. Pese a todo ello, Fillon se mostró firme en su intención de proseguir la carrera hacia el Elíseo. Un abandono provocaría, a su juicio, la eliminación de la derecha de la campaña porque no hay solución alternativa.
El candidato aseguró estar sufriendo “un acoso de la prensa y de la justicia”, y pidió que no se añada también “un acoso parlamentario”. “Necesito que me ayudéis. Tenéis que decidir entre ayudarme o complicarme la tarea”, les dijo Fillon.
reunión con Sarkozy Tras asegurar que ha tomado la decisión de continuar con la campaña y que no la cambiará, anunció que hoy mantendrá una reunión con el expresidente Nicolas Sarkozy. Fillon está siendo investigado por la Fiscalía Nacional Financiera por el presunto empleo ficticio de su mujer y de dos de sus hijos como asistentes parlamentarios suyos. El candidato que contra pronóstico ganó las primarias de la derecha y el centro en diciembre pasado, por delante de los dos favoritos, el también ex primer ministro Alain Juppé y el expresidente Nicolas Sarkozy, ha visto su popularidad degradarse en las últimas semanas. Según un sondeo publicado ayer por la web del semanario L’Express, Fillon ha perdido 10 puntos de popularidad en un mes. Tras su victoria en las primarias era uno de los políticos más queridos, pero los sondeos le sitúan ahora tercero de la primera vuelta de las presidenciales, que se celebrarán el 23 de abril próximo, y, por tanto, eliminado de la carrera al Elíseo. Pese a ello, Fillon insiste en su inocencia, asegura que mantendrá su campaña y trata de detener la deserción dentro de sus filas.
Pero el propio candidato se ha visto obligado a suspender actos y ha reducido el contacto con los electores después de que en varios de ellos fuera abucheado. - Efe