Seúl/naciones unidas - El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó ayer el lanzamiento de un misil de medio alcance realizado por Corea del Norte y llamó a ese Gobierno a cambiar de rumbo y respetar sus obligaciones internacionales. “Esta acción es una nueva violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad”, señaló Guterres a través de un comunicado de su portavoz, Stéphane Dujarric.
El jefe de Naciones Unidas animó a la comunidad internacional a seguir mostrando unidad ante esta situación y urgió a Pyongyang a tomar el camino de la desnuclearización. El Consejo de Seguridad preveía celebrar anoche una reunión de urgencia para analizar el último desafío norcoreano, en la que se esperaba que, al menos, los quince países trabajen en una declaración para expresar su condena al ensayo.
A su llegada a una cita previa, el embajador japonés ante Naciones Unidas, Koro Bessho, dijo a los periodistas que espera un “mensaje claro y contundente” por parte del Consejo. Su homólogo británico, Matthew Rycroft, definió el lanzamiento del misil este fin de semana como “otra flagrante violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad”. “Es muy importante que haya una respuesta fuerte de la comunidad internacional”, subrayó Rycroft, que insistió además en la necesidad de que todos los países apliquen correctamente las sanciones que pesan sobre Corea del Norte.
El año pasado el Consejo de Seguridad impuso un duro paquete de sanciones al régimen norcoreano en respuesta a sus ensayos nucleares y con misiles, medidas que luego endureció en noviembre. Aunque en los últimos años Pyongyang ha llevado a cabo varias pruebas de este tipo, esta es la primera desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y es considerada por numerosos analistas como un desafío al nuevo presidente estadounidense.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos condenó ayer el lanzamiento y advirtió de que tomará “todas las medidas necesarias”. El portavoz del Pentágono, Jeff Davis, afirmó ante los periodistas que el “programa de armas ilegal” que lleva a cabo el régimen de Kim Jong Un representa un claro y grave desafío a la seguridad nacional de Estados Unidos. Washington prometió actuar con “puño de hierro” para defender a sus aliados en la región. “Somos capaces de defendernos contra un ataque de misiles balísticos de Corea del Norte y tomaremos todas las medidas necesarias para disuadir y derrotar estas amenazas, tanto para nosotros como para nuestros aliados”, subrayó Davis. El portavoz del Pentágono identificó el último misil probado por Corea del Norte como un cohete de medio-largo alcance, una variante terrestre de los lanzados en ocasiones anteriores desde submarinos. Mientras tanto, el régimen norcoreano calificó como un éxito su último lanzamiento de un misil balístico de medio alcance. El lanzamiento tuvo una amplia cobertura en los medios norcoreanos y protagonizó la portada del Rodong Sinmun -el diario oficial del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte-, con un gran despliegue fotográfico en el que se ve al propio líder Kim Jong-un dirigiendo las operaciones.
A las imágenes del líder norcoreano se suman las del misil, una unidad de medio alcance Pukguksong-2 (Estrella Polar-2, en coreano). En medio de muestras de júbilo desde la zona control, según muestran las fotos, el proyectil fue lanzado a primera hora del domingo desde la base del noroeste del país asiático y recorrió unos 500 kilómetros antes de caer en el mar de Japón. - Efe/E.P.