washington - El Gobierno del presidente de EEUU, Donald Trump, impuso ayer sanciones económicas a “múltiples individuos y entidades” iraníes en respuesta a su reciente prueba de un misil de medio alcance. Las sanciones se dirigen a 13 individuos y 12 entidades relacionados con el programa de misiles balísticos de Teherán. “El continuado apoyo de Irán al terrorismo y desarrollo de su programa de misiles balísticos supone una amenaza a la región, a nuestros socios en todo el mundo y a los Estados Unidos”, explicó John Smith, el director interino de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro.

El domingo pasado, Irán realizó una prueba de un misil de medio alcance que explotó tras recorrer unos mil kilómetros, lo que encendió las alertas por parte de EEUU.

Precisamente, y antes de conocerse esta nueva ronda de sanciones, a primera hora de la mañana, Donald Trump alertó a Irán de que “está jugando con fuego”.

En un mensaje en su cuenta de la red social Twitter, Trump acusó a Irán de no haber agradecido lo “considerado” que fue su antecesor en el cargo, Barack Obama, con el régimen iraní, con el que la comunidad internacional firmó un acuerdo nuclear.

“deberían estar agradecidos” Este jueves, Trump ya dijo en la misma red social que Irán debería estar “agradecido” por el “espantoso” acuerdo nuclear firmado y recordó que ese país ha sido puesto “sobre aviso” por su reciente prueba de un misil de medio alcance. “Irán ha sido formalmente puesto sobre aviso por disparar un misil balístico”, comentó Trump.

El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, expresó ayer la “indiferencia” de su país ante las amenazas de Trump, y aseguró que Irán no va a iniciar una guerra. “Irán es indiferente a las amenazas al obtener la seguridad de nuestro pueblo. Nunca iniciaremos la guerra, pero sólo podemos confiar en nuestros propios medios de defensa”, dijo Zarif en un mensaje divulgado en su cuenta oficial de Twitter.

El jefe de la diplomacia iraní insistió en que su país no usará sus armas contra nadie, “salvo en defensa propia”, como ya afirmó tras la reciente prueba iraní de un misil balístico. “Veamos si alguno de los que se queja puede hacer esta misma declaración”, agregó Zarif, en alusión a la intervención militar estadounidense en varios países como Afganistán o Irak.

Este mensaje fue emitido pocas horas después de que varios medios estadounidenses adelantarán que Washington iba a ampliar las sanciones contra Teherán.

La relación entre ambos países se ha tensado en extremo desde que Trump ordenara suspender por tres meses la emisión de visados a los nacionales de Irán y otros seis países de mayoría musulmana. La República Islámica de Irán decidió aplicar una medida recíproca contra los ciudadanos estadounidenses.

Revocadas más de 100.000 visas Estados Unidos ha revocado más de 100.000 visados por el veto temporal de entrada al país impuesto por el presidente, Donald Trump, a siete países de mayoría musulmana, reveló ayer un abogado del Gobierno en una corte de federal de Virginia. La cifra salió a la luz durante una audiencia en una demanda presentada por los abogados de dos hermanos yemeníes que llegaron al aeropuerto internacional de Dulles, a las afueras de Washington, el sábado pasado y fueron puestos en un vuelo de regreso a Etiopía a consecuencia de la orden ejecutiva del presidente, confirmó el abogado de ambos Simon Sandoval-Moshenberg.

El abogado del Gobierno, Erez Reuveni, de la Oficina de Litigios de Inmigración del Departamento de Justicia, no pudo decir cuántas personas con visas fueron enviadas a sus países de origen por Dulles en respuesta al veto.

Sin embargo, Reuveni indicó que todas las personas con permisos de residencia que vinieron a través del aeropuerto han podido permanecer en Estados Unidos. Para personas como los hermanos Tareq y Ammar Aqel Mohammed Aziz, que trataron de entrar al país durante el fin de semana con visas válidas y fueron devueltos, el Gobierno parece estar intentando una suspensión caso por caso. Tanto a ellos como a otros demandantes en el país se les están ofreciendo nuevas visas y la oportunidad de volver a Estados Unidos a cambio de retirar dichas demandas.

No obstante, el Departamento de Estado aseguraba posteriormente que habían sido menos de 60.000 las visas de los extranjeros provenientes de siete países mayoritariamente musulmanes que habían sido canceladas. - Efe