Roma - Los ayuntamientos de las dos principales ciudades de Italia, Roma y Milán, se vieron ayer salpicados por la corrupción, a raíz del arresto de un colaborador de la alcaldesa capitalina y la suspensión del milanés, investigado por la Justicia.

En Roma, agentes de los carabineros arrestaron a Raffaele Marra -responsable de personal del Ayuntamiento- y uno de los más estrechos colaboradores de la alcaldesa Virginia Raggi, así como el constructor Sergio Scarpellini. El arresto se produjo por un caso que se remonta a 2013 relacionado con la compra por parte de Marra -entonces responsable de Vivienda-, de un ático con los 367 millones de euros ofrecidos por Scarpellini a cambio de favores empresariales. Su detención pone en entredicho a Raggi, del Movimiento Cinco Estrellas, que ganó las elecciones en junio ondeando la bandera de la honestidad y de la transparencia.

En Milán se despertaban ayer con la suspensión voluntaria de su alcalde, Giuseppe Sala, ganador de los comicios locales de junio y apuesta del entonces primer ministro Matteo Renzi. “Conozco por la prensa que he sido inscrito como investigado en una indagación sobre la Expo. Los investigadores sospechan que Sala, entonces director gerente de la Expo, no mostró un “comportamiento intachable” al no verificar correctamente las obras preparatorias de la Exposición Universal, lo que favoreció el desarrollo de prácticas corruptas. Su decisión, hasta que se aclaren los hechos aplaca las peticiones de dimisión. - Efe