Bruselas - El director ejecutivo de la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex), Fabrice Leggeri, aseguró ayer en Bruselas que la agencia vigila y controla el cumplimiento de los derechos humanos en sus operaciones fronterizas. Leggeri compareció en la Comisión de Libertades civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE) del Parlamento Europeo (PE) para presentar el informe plurianual para los años 2017-2019, donde respondió a preguntas sobre las denuncias a Frontex de varias ONG por no haber respetado los derechos fundamentales en algunas operaciones. “Se han registrado incidentes violentos en Grecia, en los que los guardacostas también recibieron disparos. Frontex actuó como testigo en estos casos, ya que ninguno de sus buques estuvo directamente implicado en los tiroteos”, explicó.

Leggeri también indicó que esos incidentes violentos entre guardacostas y barcos de inmigrantes se produjeron “por disparos de los traficantes de personas” y no de los inmigrantes, por lo que los guardacostas tenían “un derecho legítimo de defensa”.

recomendación de no abrir fuego El director de Frontex concluyó esta cuestión asegurando que la respuesta armada depende de la legislación de cada país y que desde la Agencia se recomienda no abrir fuego a ningún guardacostas que no sea del país en cuestión, como Grecia o Italia. El responsable de Frontex también se refirió a los procesos de retorno de inmigrantes, sobre los que varios eurodiputados mostraron “inquietudes” por la “zona gris de peligro” que supone la devolución de inmigrantes en la misma frontera y las denuncias de devolución de personas sin posibilidad de solicitar asilo. “Cuando una persona no europea no cumple los criterios de acceso a la UE, como el pasaporte o el visado, es enviada conforme a la legislación vigente a un tercer país”, explicó, y agregó que “si una persona declara que necesita protección, Frontex le da acceso a las autoridades encargadas de asilo”.

Leggeri afirmó que desde Frontex no ha recibido “ningún informe ni testimonio directo” de guardas de fronteras sobre casos de devolución sin posibilidad de solicitar asilo, aunque sí reconoció haberlas recibido de distintas ONG. “En esos casos, ponemos en marcha una investigación al respecto y estudiamos la situación con detalle tanto en fronteras marítimas como terrestres”, se defendió.

Durante la presentación del informe plurianual, el directivo explicó que la agencia pretende ampliar la cooperación con terceros países para poder desarrollar operaciones conjuntas, incluso mediante el envío de funcionarios a esos países, algo que anunció para antes de finales de 2016. Según anunció Frontex, la primera ola será un envío a Nigeria, y después se buscará repetir el proceso en países del Cuerno de África y del norte de ese continente, zonas que serán “las prioridades geográficas de la agencia durante los próximos años”.

Frontex garantizó que todas las operaciones conjuntas con terceros países estarán sometidas al cumplimiento de los derechos fundamentales, “como todas las actividades de la agencia”. Leggeri subrayó la necesidad de Frontex de ampliar su red de cooperación, tanto con otras agencias fronterizas como con estados miembros de la UE. “Queremos establecer una gestión de fronteras integrada, en la que colaboren los estados miembros y sus agencias, que nos permitan cubrir mejor temas como la delincuencia organizada o el terrorismo”, declaró.

Elogios a Turquía Por otro lado, Leggeri elogió la misión operativa con Turquía, y señaló que ésta “funciona” y que las autoridades turcas tienen “actitud colaboradora”, proceden a “actos de salvamento” y cumplen el acuerdo UE-Turquía sobre la materia.

Finalmente, Leggeri señaló que los “puntos calientes” de llegada de personas a las islas griegas se ha reducido de manera importante, pero alertó de la situación en Italia, donde el pasado octubre se registró el récord de llegada de inmigrantes.

Por otro lado, los diez inmigrantes kurdos que el miércoles llegaron a Lliçà d’Amunt (Barcelona) ocultos entre la carga de un camión pagaron cada uno entre 5.000 y 9.000 dólares a una supuesta mafia dedicada al tráfico de personas para desplazarse hasta Inglaterra, informaron fuentes cercanas a la investigación. Los seis adultos y los cuatro menores, que pasaron la noche en el servicio de atención a los inmigrantes, emigrantes y refugiados de Barcelona, aseguraron ayer por la tarde a los Mossos d’Esquadra, ante los que declararon en calidad de testigos, que no conocían al conductor del camión, que ha quedado en libertad, y que pagaron entre 5.000 y 9.000 dólares a una persona en Turquía.

Según las fuentes consultadas, el conductor del camión, de nacionalidad turca, quedó en libertad tras comparecer como testigo ante los Mossos, que dan credibilidad a su versión de que no sabía que llevaba a los inmigrantes escondidos en una cabina del remolque, por la que se accedía a través de una trampilla.

El conductor transportó el camión con los inmigrantes desde el puerto francés de Sète, en el distrito de Montpellier, donde recogió el remolque que había partido el domingo del puerto de Izmir (Esmirna), en Estambul (Turquía).

A raíz de la declaración de los inmigrantes, de origen kurdo, los Mossos d’Esquadra mantienen como principal hipótesis que fueron víctimas de una mafia local, por lo que la investigación sigue abierta para poder avanzar en las pesquisas e identificar a la persona a la que entregaron el dinero y la mafia que se lucró con su transporte ilegal.