Roma - Varios movimientos sísmicos de una magnitud de hasta 4,2 en la escala Richter afectaron durante la noche pasada a la zona del centro de Italia que el domingo sufrió un terremoto de 6,5, el más potente registrado en el país desde 1980. Rieti, Macerata y Ascoli Piceno fueron los lugares donde se detectaron la mayoría de las pequeñas réplicas, que ocurrieron mientras decenas de miles de personas permanecen en las regiones de Umbria y Las Marcas fuera de sus hogares.
Se estima que unas cuarenta mil personas fueron evacuadas de sus casas bien porque resultaron destruidas o por razones de precaución, y trasladadas a campamentos habilitados en la zona y a establecimientos hosteleros de la vecina costa del Adriático u otras instalaciones.
Con la primera luz del día se reanudaron los trabajos destinados a facilitar la viabilidad de la región golpeada por el seísmo y para atender a los miles de personas que se habían quedado sin casa.
La Protección Civil confirmó que no se produjeron víctimas mortales, seguramente debido a que la mayoría de los habitantes de las localidades afectadas habían sido evacuadas el pasado 26 de octubre, cuando varios seísmos -el mayor de magnitud 5,9- hicieron temblar la tierra en las mismas zonas. Sí hubo sin embargo una veintena de personas que resultaron heridas, algunas de ellas con cierta gravedad aunque su vida no corre peligro.
En Roma, donde está previsto que el Gobierno mantenga una reunión extraordinaria para evaluar las medidas con las que afrontar las consecuencias del seísmo y donde también se notó el terremoto, ayer las escuelas permanecieron cerradas para verificar el estado de las instalaciones. Algunos monumentos de la capital italiana han resultado afectados por el terremoto del domingo, como la basílica de San Pablo, que fue cerrada al advertirse la presencia de grietas. Ayer se conoció que al menos otras dos iglesias del centro histórico de Roma permanecen cerradas por motivos de seguridad hasta que se compruebe si han sufrido daños: son las de San Francisco en el barrio de Monti y la de la plaza de Sant’Eustaquio.
El Consejo de Ministros aprobó ayer enviar más policías, carabineros y equipos de emergencia a las zonas afectadas con el objetivo de gestionar “la grave situación” en la que se encuentra el país. Además, en las próximas 72 horas el Gobierno aprobará un decreto con nuevas partidas económicas para afrontar la situación, informó el primer ministro. Renzi explicó que Italia se encuentra en una “grave situación” después de que varios seísmos hayan destruido numerosos edificios de distintas localidades de las regiones de Umbría y Las Marcas. Refirió que en estos momentos el país sufre una “herida profunda” y aseguró que el Ejecutivo se ve obligado a realizar una “intervención extraordinaria” para poder restablecer la normalidad. Una normalidad que tardará meses en volver, sostuvo, porque se requiere tiempo para reedificar y adecuar localidades como Amatrice, Preci, Visso, Ussia, Castelsantangelo sul Nera, Norcia, Accumoli y Arquata del Tronto, severamente dañadas. En agosto, un terremoto de 6 grados causó la muerte a 297 personas y graves daños en Accumoli, Arquata del Tronto y sobre todo Amatrice, que quedó devastada. Esos municipios han continuado sufriendo nuevos desplomes con los recientes sismos. - Efe