Londres - La joven kurda iraní Zeinab Sekaanvand, de 22 años, corre el riesgo de ser ejecutada hoy, jueves, a pesar de ser víctima de un “juicio injusto” por el asesinato de su esposo, según varias organizaciones de derechos humanos que han lanzado una campaña internacional para lograr la suspensión de la sentencia. Amnistía Internacional (AI), la Organización Internacional de Derechos Humanos en Irán y la red de Derechos Humanos de Kurdistán, entre otras, han pedido a Irán en las últimas horas que no ejecuten a Zeinab, que tenía 17 años cuando se cometió el delito, en 2012. La joven fue condenada a muerte dos años después, pese a no tener abogado hasta el inicio del juicio y las dudas sobre su “confesión”.

torturada durante 20 días En la comisaría a la que acudió tras la muerte de su marido, donde fue torturada por la policía durante 20 días, la joven confesó haber apuñalado a su esposo, que la había sometido a insultos y malos tratos físicos durante meses y se había negado a concederle el divorcio, indicó AI en un comunicado. “No le proporcionaron un abogado (de oficio) hasta la primera sesión del juicio, cuando se retractó de su confesión y dijo al juez que el autor del asesinato había sido su cuñado, quien la había violado, aseguró, varias veces” y quien le dijo que “si ella asumía la responsabilidad, la indultaría”, explicó la ONG.

Según el derecho islámico, los familiares de las víctimas de asesinato tienen la facultad de indultar al asesino a cambio de una indemnización.

El tribunal, que no investigó las afirmaciones de Zeinab y se basó únicamente en sus confesiones sin abogado para dictar sentencia, tampoco aplicó la legalidad sobre condenas a menores ni ordenó un examen forense sobre el “desarrollo y madurez mental” de la joven. - Efe