Bilbao - El resultado del referéndum ha sido sorprendente, ya que las encuestas apostaban por una abrumadora victoria del sí. ¿Qué pasó?

-Pasaron varias cosas, una es que la campaña fue muy poco competitiva, fue abrumadoramente bien diseñada, bien pensada, con mucha inversión, con mucha publicidad por parte del sí. En una contienda, la competencia es importante, porque si no la tienes, eso no anima al elector a salir a votar. Eso sumado a una pregunta muy sesgada, muy inducida, probablemente creó suspicacias. Y, sin duda, también tuvo un impacto importante el expresidente Uribe, el gran ganador del no. Pero también tuvo impacto durante la última semana que Timochenko saliera a hacer campaña por el sí muy intensamente. Porque Timochenko es el segundo político más odiado de Colombia, tiene un rechazo del 91%.

¿Y quién es el más odiado?

-Nicolás Maduro, que también acudió a la firma de los acuerdos de paz.

Sorprende que el político más odiado sea el presidente de otro país.

-Maduro tiene más rechazo en Colombia que en Venezuela.

¿A qué se debe?

-Con todo el tema del comercio bilateral, Maduro ha perjudicado mucho a Colombia, pero además de eso está todo el tema del cierre de las fronteras, que perjudicó a todos los estados fronterizos en lo económico, pero también ha habido un maltrato en lo humanitario. Incluso ha habido deportaciones forzadas. Venezuela es el país donde viven más colombianos fuera de Colombia. Son dos países que tienen una frontera viva.

¿Cómo influye el proceso de paz colombiano en Venezuela?

-En Venezuela se resalta mucho el carácter castrista de los acuerdos de paz, y en ese sentido, parte del país, vio el resultado del referéndum como un castigo a los Castro y a su injerencia en la política latinoamericana.

¿Cuál fue el éxito de Uribe?

-Fue una campaña artesanal, no había un comando de campaña. Fue una campaña del miedo al chavismo, de miedo a la impunidad, a que las FARC pudieran tomar el Gobierno, ese era el foco de la campaña. La campaña era Uribe por Twitter, que tiene cuatro millones y medio de seguidores, poniendo fotos de masacres, una campaña muy fea.

¿Hay debate sobre el trabajo de las encuestadoras?

-Claro, se equivocaron por veinte puntos. Colombia es difícil de encuestar, tiene un comportamiento rural y urbano muy diferenciado, y las encuestas en el área rural son muy difíciles de hacer. Es un área rural muy dispersa y muy complicada.