BEIRUT. El portavoz de la Defensa Civil siria en Alepo, Jaled Jatib, informó por su parte en Twitter de la muerte de dos enfermeras en ese bombardeo, que también causó heridas a varios médicos.
El Organismo Forense de Alepo Libre, que presta atención médica en el este de Alepo, señaló en un comunicado que un avión ruso atacó el M10 con una bomba antibúnker y que varios miembros del personal sanitario siguen atrapados entre los escombros.
La última vez que el M10, uno de los mayores hospitales de la parte oriental de Alepo, fue bombardeado, el sábado pasado, quedó completamente fuera de servicio.
El Organismo Forense de Alepo Libre detalló que durante la jornada de hoy varios médicos y enfermeras se habían trasladado al centro para poner a salvo el equipamiento y las medicinas y dar tratamiento a algunos casos urgentes.
Los activistas en Alepo suelen denominar los hospitales con la letra M, seguida de un número, por motivos de seguridad para evitar que sean identificados y se conviertan en objetivo de bombardeos.
Actualmente, quedan operativos en el este de Alepo un total de cinco hospitales, de acuerdo a datos de la Sociedad Médica Siria Americana (SAMS), que ofrece apoyo a esos centros sanitarios.
Desde el 22 de septiembre, el Ejército sirio, respaldado por la aviación rusa, lleva a cabo una campaña militar en Alepo, en un intento de avanzar frente a los rebeldes.
BAN KI-MOON, SIN PALABRAS POR LAS MASACRES
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo estar "sin palabras" para describir las masacres que se producen en Siria, especialmente en Alepo, y aseguró que es responsabilidad del mundo entero intentar acabar con el conflicto.
"Estoy sin palabras para describir lo que pasa en Siria, la carnicería en Alepo", dijo Ban en una rueda de prensa en referencia a la ofensiva gubernamental contra esa ciudad del norte del país que ha causado centenares de víctimas en las últimas semanas.
El secretario general de la ONU dijo que la "brutalidad" de lo que ocurre en Siria no se puede contar, y denunció en los términos más rotundos "la deliberada campaña contra los civiles y los trabajadores humanitarios que están intentando salvarlos".
En las últimas semanas se han producido decenas de bombardeos en zonas pobladas sólo por civiles, así como ataques a convoyes humanitarios y a hospitales, algo que prohíbe explícitamente la ley humanitaria internacional.
"Las partes beligerantes tienen la obligación de acabar con la violencia, pero también los países con influencia", afirmó.
Asimismo, Ban indicó que no se puede ignorar que 13 millones de sirios necesitan ayuda para sobrevivir y dijo que su situación necesita una "respuesta global".
Precisamente, una de las consecuencias de casi seis años de guerra en Siria es el aumento del número de solicitantes de asilo sirios en Europa que han motivado brotes de populismo y racismo en Europa.
Ban dijo estar "extremadamente preocupado por la creciente xenofobia en Europa" e instó a los europeos a "mantenerse en sus valores y rechazar la discriminación".