londres - Philip Hammond, recién nombrado ministro británico de Hacienda y principal apoyo de la primera ministra, Theresa May, hizo ayer un llamamiento a la calma, descartando así que Londres necesite poner en marcha un presupuesto de emergencia tras confirmarse el Brexit en el referéndum del 23 de junio.
“Haremos lo que sea necesario para controlar la economía, pero no hay planes para un presupuesto de emergencia, como Theresa May ha dejado claro”, señaló ayer. Así, el nuevo titular de Hacienda contradice el mensaje de alerta defendido hace pocos días por su predecesor, George Osborne, quien llegó a hablar de la posibilidad de aprobar nuevos impuestos y recortes de presupuestos, los últimos ya de por sí austeros.
Hammond confirmó que de momento la agenda seguirá su curso normal, es decir, en otoño habrá un borrador, que funciona como anticipo del presupuesto que finalmente aprueba el Parlamento británico, y reconoció que ahora los mercados “necesitan señales de tranquilidad y haremos todo lo que sea necesario para controlar la economía”.
Mientras, ayer el Banco de Inglaterra (BoE) anunció que mantiene los tipos en el mínimo histórico del 0,5% por 8 votos a 1, si bien muchos analistas pronosticaban una rebaja del precio del dinero para impulsar la economía tras el fuerte impacto que ha tenido la decisión de la salida.
Desde el BoE prefieren seguir como hasta ahora y mantener la cuantía del programa de compra de activos en 375.000 millones de libras. No obstante, reconocen que la actividad económica a corto plazo se debilitará y fijan el mes de agosto para “suavizar la política monetaria”. Pero hasta que no pasen las próximas semanas, no tomarán decisiones. - R. A. Tudela