LONDRES. Trump efectuó estas declaraciones tras llegar a Escocia, donde inaugurará hoy un lujoso complejo de golf que comenzó a construir, no exento de polémica, hace casi una década.
Durante la campaña de la citada consulta, el político y empresario estadounidense se posicionó a favor del "brexit" (salida del Reino Unido de la UE) con comentarios de tono xenófobo que llegaron incluso a incomodar a algunos partidarios de la ruptura de Londres con Bruselas.
"Creo que es grandioso lo que ha pasado. Ha sido una votación increíble, muy histórica. La gente está enfadada en todo el mundo. Está molesta con las fronteras, con los que llegan al país y toman el control y nadie sabe quienes son", dijo Trump tras bajar del helicóptero que le llevó hasta el hotel y campo de golf de Turnberry, en el condado de Ayrshire, en el suroeste de Escocia.
El aspirante republicano a la Presidencia de EE. UU. consideró que las divisiones y heridas abiertas por el "brexit" en el Reino Unido "se cerrarán" ya que, dijo, "este es un gran país", al tiempo que advirtió de que el "enfado" de los británicos con el orden establecido se extenderá a "otros muchos sitios".
"Básicamente, han retomado las riendas de su país. Esto es grandioso. Creo que también lo estamos haciendo muy bien en Estados Unidos y, en esencia, es lo mismo que está pasado en Estados Unidos", opinó Trump.
Su llegada a Escocia se produjo poco después de que el primer ministro británico, David Cameron, anunciara su decisión de dimitir, tras confirmarse la victoria en el referéndum de los partidarios de abandonar el bloque comunitario, opción que obtuvo un 52 % de los votos frente al 48 %.
Entre fuertes medidas de seguridad, Trump tiene previsto cortar hoy la cinta roja para abrir oficialmente el complejo de lujo Trump Turnberry, tras invertir 200 millones de libras (249 millones de euros) en su restauración.
Las fuerzas del orden prevén que cientos de manifestantes se den cita en las proximidades del complejo, con la campaña "Plantar Cara a Trump", un grupo que ha recogido casi 600.000 firmas para pedir que el Gobierno británico prohibiese la entrada en el país del magnate estadounidense por sus comentarios racistas y xenófobos.