viena - La enésima cumbre internacional para buscar una salida a la guerra en Siria terminó ayer en Viena con apenas un compromiso para intentar ampliar el inestable alto el fuego pactado en febrero y para recurrir a un puente aéreo de emergencia si se sigue bloqueando el envío por tierra de ayuda humanitaria. “Ninguno de nosotros puede estar remotamente satisfecho con la situación en Siria. Es profundamente perturbadora”, reconoció el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, tras un encuentro que reunió a 26 países y organizaciones internacionales involucrados en la búsqueda de una solución política en Siria. En la cumbre celebrada en Viena y presidida por Kerry y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quedó claro que todas las partes implicadas, tanto quienes apoyan al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, como quienes se le oponen, coinciden en el mensaje de garantizar una Siria unida y no sectaria. “El desafío que afrontamos ahora es transformar estas posibilidades en realidades”, resumió Kerry el abismo entre esa postura común y el objetivo de lograr la paz.

“Todas las partes -Rusia, Irán, que han apoyado a Al Asad, y países claves en la región que se han opuesto a él- están de acuerdo en un marco básico, una Siria unida y no sectaria capaz de elegir su futuro a través de un Gobierno de transición”, declaró Kerry.

A su vez, Lavrov aseguró: “No apoyamos a Al Asad sino la lucha contra el terrorismo”, y alertó de que un vacío de poder en Siria sólo beneficiaría a los grupos yihadistas. “Sobre el terreno no hay mejor fuerza que el Ejército sirio, pese a todas sus debilidades”, agregó Lavrov sobre el respaldo de Moscú a esas Fuerzas Armadas en la lucha contra el terrorismo. “No protegemos a alguien de forma personal, sino a un Estado soberano de la ONU cuyo Gobierno así lo ha solicitado”, indicó el canciller ruso. El futuro de Al Asad es una de las cuestiones que enfrenta a Rusia y EE.UU. en sus visiones sobre el futuro de Siria, con Moscú subrayando que la lucha contra el terrorismo debe ser prioritaria a un cambio de régimen.

Kerry se refirió a los avances logrados en los últimos meses, como el alto el fuego pactado el pasado febrero, al decir que son “frágiles” y “cada vez más amenazados por acciones irresponsables y peligrosas tomadas por aquellos que prefieren crear problemas antes que soluciones”.

La declaración final de la cumbre recogió el compromiso del llamado Grupo Internacional de Apoyo a Siria (ISSG) de buscar “la transformación del cese (de hostilidades) en un más amplio alto el fuego a nivel nacional” que se aplicaría de forma paralela a las negociaciones, ahora interrumpidas, entre la oposición y el régimen.