BUENOS AIRES. El secretario de Salud de la municipalidad argentina de Rosario, Leonardo Caruana, ha confirmado que cuatro jóvenes --tres hombres y una mujer, de entre 20 y 27 años-- han ingresado en el hospital de emergencias Clemente Álvarez por una intoxicación debido al consumo de estupefacientes durante una fiesta de electrónica que tuvo lugar en el Salón Metropolitano.
En torno a este incidente, las autoridades han detenido a 20 personas, todas ellas en posesión de diferentes drogas. Esto ha tenido lugar tan sólo un día después de que Buenos Aires suspendiera una medida que prohibía la celebración de fiestas en locales nocturnos de la capital argentina después de que, el pasado 16 de abril, cinco jóvenes murieran a causa del consumo de drogas en la discoteca Time Warp de Costa Salguer.
Según el personal sanitario, tres de los ingresados presentaban deshidratación, excitación psicomotriz e hipotensión, y uno de ellos había sufrido convulsiones, tal y como recoge el diario 'Clarín'.
"El servicio de toxicología determinará de qué sustancia se trata después de esta semana, cuando estén los resultados de los análisis", ha indicado Caruana. Los cuatro habían asistido a la 'rave' del Salón Metropolitano que, tras agotar entradas, acogió a 4.800 personas.
En el marco de este operativo, se han detenido a 20 personas, 18 hombres y una mujer, y se han incautado de más de medio centenar de dosis de marihuana, 26 de éxtasis y siete de ketamina, cocaína, 'popper' y LSD. Todos los detenidos están bajo custodia de un juez federal.
PROHIBICIÓN DE FIESTAS
Tan sólo un día antes, el juez Roberto Gallardo había impuesto una medida cautelar que prohibía la celebración de fiestas en toda la capital.
Esta medida se tomó después de que la Asociación Civil Vientos de Libertad, la Federación Argentina de Cartoneros y Recicladores --presidida por Sergio Sánchez, amigo del Papa Francisco-- y la Federación Universitaria de Buenos Aires denunciaran "omisiones" en las inspecciones a los locales nocturnos que, denunciaron, han hecho prosperar un negocio que "combina la comercialización de sustancias adictivas con la creación de una atmósfera que erosiona la autonomía emocional de los jóvenes".
"Es habitual todos los jueves, viernes y sábados que en la mayoría de los locales de Buenos Aires se puedan adquirir estupefacientes en los vips, en los baños o en las propias pistas, donde se paran 'dealers' o deambulan a la vista de todos", han denunciado.
El juez Gallardo advirtió, tras prohibir la celebración de fiestas, de que "seguramente" iba a ser "criticada por el Gobierno calificándola de extrema y demás". "Pero cuando nos rasgamos las vestiduras encima de los muertos, luego de haber mirado antes para el costado, somos una clara expresión de hipocresía", ha sostenido. Ese mismo día, la medida fue suspendida.