MADRID. Al menos trece personas han muerto a consecuencia de las tormentas y los fuertes vientos registrados desde el viernes en el norte de Birmania, que han destruido miles de viviendas y pagodas.
Las áreas afectadas se encuentran en las divisiones de Mandalay, Sagaing y Magwe, así como en los estados de Shan y Arakan, donde han resultado heridas además decenas de personas, según ha informado el diario birmano 'The Irrawady'.
Las tormentas han causado daños en más de 15.000 viviendas, además causar estragos entre el ganado. Asimismo, los fuertes vientos han derribado más de 800 pagodas en el complejo de Kakku, situado al norte de la capital del estado de Shan, Taunggyi.
El complejo, que ha sido cerrado a los visitantes mientras se analizan los daños sufridos, cuenta con más de 2.400 estructuras religiosas, que tendrían cientos de años de antigüedad.