madrid - Marruecos llega pisando fuerte al debate anual del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la cuestión del Sáhara Occidental. Este jueves los 15 miembros del Consejo, España entre ellos, discutirán prorrogar la Misión de la ONU para el Referéndum en el Sáhara Occidental (Minurso), con Rabat presionando para rebajar su papel y el secretario general de Naciones Unidas defendiendo su continuidad.
Si hasta el año pasado el debate central giraba en torno a si ampliar el mandato de Minurso para que pudiera velar por el respeto de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental, este año no solo este tema ha quedado enterrado, sino que está en duda que se pueda siquiera prorrogar 12 meses más, como venía ocurriendo en los últimos tiempos y como pidió formalmente el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
En su informe anual sobre el Sáhara Ban pide además al Consejo de Seguridad el restablecimiento de la misión tal y como estaba antes de la “expulsión” del grueso de su personal civil por parte de Marruecos. De lo contrario, alerta, aumentará el riesgo de que se rompa el alto el fuego y de que se aprovechen de esa situación “elementos terroristas” en la zona.
El enfrentamiento abierto entre Marruecos y Ban Ki-moon, a cuenta de que el surcoreano se refiriese a la “ocupación” marroquí del Sáhara en una visita a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) a primeros de marzo, complica la tarea del Consejo de Seguridad.
De ahí que los países del Consejo estén valorando la posibilidad de prorrogar la Minurso solo por dos meses para dar más tiempo a que se rebaje la tensión actual entre Rabat y el secretario general de la ONU, según informaron fuentes diplomáticas.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, avanzó esta opción en rueda de prensa el miércoles pasado. “Estamos a la espera de que EEUU nos mande el primer borrador (de resolución) para que cuanto antes podamos estudiarlo y eventualmente aprobarlo. Si eso no fuese posible se recurriría a la fórmula de la prórroga técnica por dos meses”, señaló tras reconocer que el ambiente está “enrarecido” como consecuencia del enfrentamiento entre Marruecos y Ban.
Aunque la tensión con el secretario general nunca antes había llegado a este nivel, lo cierto es que sus roces con Rabat vienen de largo, pues las autoridades alauíes han obstaculizado con anterioridad la labor del enviado personal del secretario general para el Sáhara Occidental, al que consideran demasiado cercano a las tesis que defiende el Polisario.
la protesta de marruecos Marruecos, que no recibió a Ban en su reciente gira por la región, protestó de manera enérgica cuando el secretario general, que dejará el puesto a final de año, empleó el término “ocupación” durante su visita a los campamentos de Tinduf para referirse a lo que Rabat considera sus provincias del sur.
Las autoridades alauíes organizaron manifestaciones en Rabat y El Aaiún en contra de Ban, expulsaron al personal de la sección política de la Minurso y suspendieron su contribución voluntaria para el funcionamiento de la misión, que ascendía a unos tres millones de dólares anuales.
Con este gesto, Marruecos está diciendo al mundo que acepta la presencia en el Sáhara de una misión de la ONU para vigilar el cumplimiento del alto el fuego con el Frente Polisario, pero no que tenga mandato para preparar un eventual referéndum de autodeterminación. Y es que Marruecos no se mueve un ápice de su posición contraria a ofrecer para el Sáhara nada que no sea una autonomía bajo soberanía marroquí.
Ban Ki-moon esperaba obtener un respaldo más firme del Consejo de Seguridad tras la decisión marroquí de expulsar al grueso del personal civil de la Minurso, pero no fue así. El pasado 25 de marzo, los miembros del Consejo, tras escuchar al secretario general de la ONU, solo pudieron acordar unos “elementos para la prensa” en el que expresaban su “seria preocupación por los desarrollos de los acontecimientos”. Y se limitaron a “tomar nota” del impacto que, según Ban Ki-moon, la “salida” (que no expulsión) de 73 integrantes civiles de la Minurso podría tener para el funcionamiento efectivo de la misión.
Esta llamada de atención sobre los efectos de la decisión marroquí la reitera Ban en su informe anual sobre la cuestión del Sáhara. El documento también revela que en el último año Marruecos propuso dos nuevas ideas que el Frente Polisario y Argelia rechazaron. La primera era sentar a Argelia en la mesa de negociaciones y la segunda, iniciar un debate sobre qué puede ser entendido como ejercicio de autodeterminación. - E.P.