austria - Norbert Hofer, el candidato del partido ultranacionalista populista FPÖ de 45 años de edad y hasta ahora vicepresidente tercero del Parlamento austríaco, triunfó ayer en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Austria con un 35,3% de los votos. Hofer se enfrentará en la segunda y decisiva ronda, el 22 de mayo, al aspirante ecologista Alexander Van der Bellen, un economista de 72 años de edad que fue líder del partido Los Verdes entre 1997 y 2008.
Según la más reciente proyección de la televisión pública ORF, con un margen de variación de un solo punto porcentual y tras el recuento del 71% de los votos, Van der Bellen fue segundo con el 21,3%, delante de la candidata independiente Irmgard Griss, con el 18,9%.
Por primera vez en la historia de Austria, los candidatos de la actual coalición de Gobierno, formada por el partido socialdemócrata SPÖ y el democristiano ÖVP, quedaron fuera de la segunda vuelta.
El candidato democristiano Andreas Khol fue cuarto con el 11,2% delante del socialdemócrata Rudolf Hundstorfer, con el 10,9%.
En el pasado, los candidatos los dos grandes e históricos partidos políticos del país alpina solían superar juntos el 80% de los votos en las elecciones presidenciales.
La presidencia austríaca es un cargo más bien protocolario sin poderes ejecutivos, como representante del país en el exterior, aunque también tiene algunos poderes concretos como el de disolver el Parlamento, destituir al Gobierno o ser el comandante en jefe del Ejército, entre otros.
La clara victoria de Hofer contradice todas las encuestas de las últimas semanas que indicaban que Van der Bellen era el principal favorito para ganar estas elecciones.
El euroescéptico, xenófobo y populista partido FPÖ aparecía en las encuestas de intención de voto como la fuerza más apoyada del momento, con más del 30%.
Por ello, las elecciones de ayer estaban vistas como un termómetro del apoyo popular del FPÖ y de los dos partidos gobernantes.
Su clara victoria en la primera vuelta, unida al pésimo resultado de los dos candidatos de las formaciones en el Gobierno de gran coalición entre socialdemócratas y conservadores, puede desatar ahora una crisis política en el país centroeuropeo. - Efe