Brasilia - La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, emprendió ayer un viaje a Nueva York con el propósito de intervenir el viernes ante la ONU para denunciar que sufre un intento de golpe de Estado, informaron fuentes oficiales. El viaje de Rousseff coincide con la firma del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, en cuyas negociaciones Brasil participó activamente y a cuya firma acudirá la jefa de Estado. La ocasión le servirá a Rousseff para exponer su visión de la crisis en que se encuentra Brasil y también su propia situación, seriamente amenazada con ser destituida en un juicio parlamentario. Fuentes cercanas a la Presidencia brasileña dijeron que una de las intenciones de Rousseff es aprovechar la tribuna de la ONU y la presencia de decenas de jefes de estado y de gobierno para denunciar las intenciones golpistas que percibe detrás del proceso que pudiera abreviar su mandato.
Durante los dos días que permanecerá en Nueva York, su cargo estará ocupado de forma interina por el vicepresidente, Michel Temer, el primero en la línea de sucesión en caso de una destitución de Rousseff y a quien ha acusado de ser “uno de los jefes de la conspiración”.
En ese sentido, un grupo de manifestantes se concentró ayer frente al domicilio del vicepresidente brasileño, Michel Temer, en Sao Paulo para protestar por su papel en la crisis que atraviesa el Gobierno.
El grupo vestía ropas negras, llevaba instrumentos de percusión y megáfonos con los que le dieron los “buenos días” al vicepresidente a todo volumen y portaban una gran pancarta que decía “Temer golpista”, según mostraron las televisiones locales. La manifestación fue organizada por el grupo Levante Popular de la Juventud, que promueve la realización de escraches a los golpistas.
La jefa de Estado, Dilma Rousseff, le ha acusado de ser el “jefe de los conspiradores” que pretenden derrocarla. El vicepresidente asumió ayer la Jefatura del Estado durante dos días por el viaje de Rousseff a Nueva York. En su residencia de Sao Paulo, donde está recluido, Temer recibe a una romería de políticos de varios partidos, economistas y personalidades de diversos ámbitos lo que ha llevado a la prensa local a afirmar que está en plena formación de un eventual Gobierno que podría tomar posesión en la primera quincena de mayo. El destino de Rousseff está ahora en manos del Senado, que el próximo lunes va a crear una comisión especial para analizar las acusaciones remitidas por la Cámara de Diputados, que se refieren a maniobras fiscales irregulares.
Esa comisión elaborará un informe que se votará en el pleno del Senado previsiblemente alrededor del 10 de mayo. - Efe