londres - El líder de la oposición británica, el laborista Jeremy Corbyn, dejó ayer a un lado su pasado crítico con la construcción europea para respaldar abiertamente la permanencia del Reino Unido en la UE, en su primera gran intervención sobre el referéndum del 23 de junio. A casi dos meses del plebiscito, el líder laborista, de 66 años, dijo que su formación apoya de manera abrumadora la participación del país en la Unión Europea, a pesar de los defectos que pueda tener el bloque, al que el Reino Unido se unió en 1973.

Con este discurso, pronunciado en el edificio Senate House de la Universidad de Londres, Corbyn pasó de alguna manera página a los años en que criticó y rechazó la Unión, incluso votando a favor de la retirada en el referéndum británico de 1975, cuando la UE era conocida como la Comunidad Económica Europea.

El político izquierdista, más partidario de una profunda reforma de la UE en favor de políticas sociales, consideró beneficioso afrontar los desafíos que el país tiene por delante, como la crisis en el sector siderúrgico o la evasión fiscal, si se queda en la organización. “El Partido Laborista está abrumadoramente a favor de quedarse, porque creemos que la Unión Europea ha traído inversión, empleos y protección para los trabajadores, los consumidores y el medio ambiente, y ofrece la mejor opción de cumplir con los desafíos que afrontamos en el siglo XXI”, subrayó el político.

El líder de la oposición había admitido hace meses que no descartaba la posibilidad de apoyar el Brexit debido a sus reservas sobre la Unión, a la que también criticó en 1993 cuando se firmó el Tratado de Maastricht sobre una mayor integración europea. Corbyn opinó que es vital permanecer como miembro de la UE para proteger los derechos de los trabajadores y los consumidores, si bien reconoció que el bloque no está exento de defectos. Esta explícita declaración de Corbyn a favor de la permanencia era considerada imperativa por los políticos que piden no salir de la UE, pues estiman que puede movilizar a muchos votantes laboristas, teniendo en cuenta que el porcentaje de participación el 23 de junio puede ser crucial para definir el resultado.

Asuntos como el cambio climático, el terrorismo, el crimen cibernético o la protección de los empleos “requieren una cooperación internacional”, insistió el político izquierdista, quien pronunció su discurso en el edificio que le sirvió a George Orwell para escribir sobre el Ministerio de la Verdad en su libro 1984. “Está claro que una acción colectiva a nivel internacional a través de la UE es vital para atender esos desafíos. El Reino Unido será más fuerte si cooperamos con nuestros vecinos”, agregó Corbyn.

No obstante, se mostró a favor de cambiar a la UE, dirigiéndola más hacia una agenda social, para que ayude especialmente a los trabajadores británicos en vez de a las grandes corporaciones. “Europa necesita cambiar. Pero un cambio sólo puede llegar si se trabaja con nuestros aliados en la UE. Es perfectamente posible ser crítico y aún convencer de que necesitamos ser miembros”, dijo.

Al mismo tiempo, advirtió del peligro de culpar a la Unión Europea, “o peor aún a los extranjeros”, por los problemas del país porque -afirmó- es “un Gobierno conservador que le está fallando a la gente”. Al referirse a los problemas del sector siderúrgico por la caída de exportaciones y la amenaza de supresión de empleos, Corbyn insistió en que no es la UE el problema.

“Si, como dice la campaña por salir (de la Unión), es la UE el principal problema, ¿cómo es que Alemania, Italia, Francia y España lo han hecho mucho mejor al proteger a sus industrias de acero?”, se preguntó el líder laborista, que aprovechó su intervención para criticar la política económica del primer ministro británico, el conservador David Cameron.

Los grupos a favor y en contra de continuar en el bloque, apoyados respectivamente por Cameron y el alcalde de Londres, el también tory Boris Johnson, fueron designados de forma oficial para hacer campaña de cara al referéndum del 23 de junio, cuando los británicos deberán decidir si salen o se quedan en la UE.