BRUSELAS. "Dejó un gran bolso y se fue antes de las explosiones. Su bolso contenía la carga explosiva más importante. Poco después de que llegaran los servicios artificieros, ese bolso explotó debido a su gran inestabilidad, pero nadie resultó herido", ha explicado en una comparecencia ante la prensa el Fiscal general, Frédéric Van Leeuw.
El sospechoso es el único de los participantes en el ataque al aeropuerto que los investigadores no dan por muerto y sigue sin haber sido identificado, según el Fiscal, aunque está siendo "activamente buscado".
Varios medios belgas, sin embargo, sostienen que el terrorista fugado es en realidad Najim Laachraoui, sobre el que pesa una orden de búsqueda europea por su presunta vinculación con los atentados del pasado 13 de noviembre en París.
Laachraoui es considerado como el artificiero de la cédula terrorista, ya que sus huellas se encontraron en varios de los cinturones explosivos de París y en uno de los pisos franco en Bruselas en los que se encontró material para fabricar bombas.
Junto al sospechoso huido, en el aeropuerto actuaron dos terroristas suicidas, de los que sólo uno ha sido identificado oficialmente. Se trata de Ibrahim Bakraui, nacido en Bruselas y fichado por la Policía por delitos corrientes, no por terrorismo.
La Fiscalía ha confirmado también que su hermano, Jalid Bakraui, ha sido identificado por sus huellas dactilares como el autor del atentado en la estación de metro de Maelbeek, apenas una hora después del golpe en el aeropuerto. La explosión se produjo en el segundo vagón de un tren que salía en ese momento de la estación en dirección al centro de Bruselas.
En su comparecencia, Van Leeuw ha revelado que el testimonio del taxista que condujo, sin saberlo, a los terroristas hasta el aeropuerto permitió localizar horas más tarde el apartamento en donde prepararon los atentados. En la vivienda, en el barrio de Schaerbeek, se han encontrado 15 kilos de explosivos, productos químicos y una maleta llena de clavos y tornillos.
Además, en una papelera en la calle próxima a la vivienda, los investigadores encontraron un ordenador con el "testamento" de Ibrahim.