bruselas - La angustia también acosó a las autoridades vascas en Bruselas que se vieron sacudidas de cerca, aunque sin tener que lamentar daños en su entorno más próximo. Marta Marín, la delegada del Gobierno Vasco en Bruselas, vio ayer cómo la onda expansiva de la explosión de Maelbeeck arrancaba de cuajo la puerta del garaje. “Acababa de dejar el coche en el parking que está al lado de la estación de metro, a 50 ó 60 metros. Ha sido una detonación muy fuerte y la puerta del garaje ha salido volando. Hemos sido testigos de primera mano de lo que ocurría. Todos hemos salido corriendo pensando que la bomba había estallado en el mismo parking. Desde aquí se veía la gente corriendo, llorando, gritando... Y mi compañera ha visto personas ensangrentadas, medio ahogándose por el humo. Una tragedia”, sentencia.

Desde su oficina ha seguido con zozobra los acontecimientos. “No hemos salido de aquí, estamos un poco confinados porque no hemos podido sacar los coches y está todo cortado. Hemos escuchado constantemente los helicópteros de la policía y hasta hace muy poco estábamos oyendo docenas de ambulancias -declaraba ayer a las tres de la tarde-. La sensación es de una gran ansiedad y angustia por pensar que la bomba ha estallado en una estación de metro donde todos los días nos bajamos para venir a trabajar”. “La movilidad en esta ciudad es caótica, con lo cual la gente que trabajamos aquí usamos el transporte público”, indicó.

Marín rompió ayer ese hábito “porque casualmente tenía que dejar primero a mis hijas en el colegio y luego he venido en coche, aunque he llegado un poco más tarde de lo habitual porque había mucho tráfico”.

Marín no podía imaginar algo así, aunque “todos éramos conscientes del nivel de alerta y de las detenciones de la semana pasada”. “Estamos sobrecogidos porque no sabemos de forma definitiva cuántas víctimas mortales ha habido. El aeropuerto es también un lugar concurridísimo y nos podía haber tocado a cualquiera. Estamos haciendo la ronda de toda la gente que conocemos, a ver si hay alguien que ha resultado herido. Por ahora nuestro entorno más cercano está bien. Al menos por ahora. He recibido cientos de llamadas, WhatsApps de familiares, amigos... y se agradece mucho los mensajes de ánimo y las palabras de calor”, afirmó.

En el corazón del barrio europeo de Bruselas se encuentra una de las tres sedes del Parlamento Europeo donde estaba ayer a primera hora de la mañana la europarlamentaria de EAJ/PNV, Izaskun Bilbao. “He ido a la oficina a las ocho menos cuarto de la mañana. Estaba con unos informes que requerían cierta concentración y cuando he cogido el teléfono tenía montones de mensajes preguntando si estaba bien”.

“Todos somos vulnerables” “Lo primero ha sido ver cómo estaba la gente y enseguida nos hemos encontrado con el bombazo del metro. Es terrible”. “El terrorismo actual se diferencia de otros tipos de terrorismo en que la gente está dispuesta a suicidarse en el momento que mata a otros y eso convierte a todo el mundo en vulnerable”, afirmó.

Entre medidas de seguridad más extremas que las habituales, Bilbao se lamentaba de la tragedia y la planificación requerida. “Empiezan por el aeropuerto y bloquean la ciudad en un momento en el que montones de personas iban de vacaciones porque esta semana los niños no tienen clase. Acto seguido atacan la arteria central donde se mueven millones de personas al día”. Bilbao hacía estas declaraciones desde el interior del Parlamento, donde acababa de recibir una notificación del presidente recomendando que hoy no vayan a trabajar. “Van a cerrar todos los edificios y nos aconsejan que tratemos de trabajar desde casa”, indicó.

Pero Bilbao no se amilana. “Tenemos que seguir viviendo y ésta es una prueba más de que tenemos que superar estas circunstancias. Quizá el haber vivido una experiencia tan dura en Euskadi nos hace pensar que esto no se puede paralizar y que hay que seguir para delante. Hay que ser cauto, estar atento y debemos seguir construyendo soluciones a nivel europeo”, declaró.

Desde Ostende se manifestaba Josu Juaristi, europarlamentario de Euskal Herria Bildu, también en medio del caos. Ayer por la mañana había cogido el vuelo de primera hora Bilbao-Bruselas y cuando estaban a punto de iniciar el aterrizaje en Zaventem, “han argumentado motivos de seguridad y nos han desviado a Ostende”. “Entonces todo el mundo ha empezado a mirar los móviles y hemos tenido noticias del primer atentado. La conmoción ha sido enorme”, manifestó.