París - El presidente de Francia, François Hollande, afirmó ayer que no tiene intención de retirar la reforma laboral que prepara su Gobierno, en contra de la que el miércoles hubo una primera movilización en la calle, aunque sí reconoció que se pueden incorporar “mejoras”. Hollande, en una intervención al término de una visita a una empresa en Moissy-Cramayel, en la región de París, precisó que su idea “no es retirar” la controvertida reforma laboral, sino “avanzar” con un proyecto que pretende dar “garantías” a las empresas y a los trabajadores. “Este texto debe establecerse sobre una base de confianza”, señaló tras recordar que había abierto una fase de concertación antes de la adopción en consejo de ministros el próximo día 24 del proyecto de ley para dar “respuesta a un cierto número de interrogaciones”.
El jefe de Estado socialista, que se enfrenta en esta reforma con la oposición no sólo de todos los sindicatos, sino incluso del ala izquierda de su propio partido, hizo hincapié en que el objetivo último es que el contrato indefinido sea “la vía normal para entrar en la empresa”.
“Nuestra voluntad -argumentó- es crear empleo (...) pero sobre todo, poder tener un contrato indefinido. Es lo que piden los jóvenes y tienen razón”.
Hollande aseguró que “se respetarán todos los principios del derecho laboral” y que la voluntad con el proyecto de ley de su ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, es “dar más flexibilidad a las empresas y más seguridad para los trabajadores” para los que se creará la llamada “cuenta personalizada de actividad” que será “una de las grandes reformas” que realice durante su mandato.
acumular desempleo Con esa cuenta personalizada de actividad, un trabajador irá acumulando derechos al desempleo o a la formación, al margen de que cambie de empresa a lo largo de su vida laboral.
Estas palabras del presidente llegaron horas después de que El Khomri hubiera indicado que el Gobierno modificará algunas de las disposiciones iniciales de la reforma, como una forma de ceder ante la presión de la calle.
En concreto, la ministra avanzó que se plantea un suplemento de cotizaciones a las empresas que hagan contratos temporales, en lugar de indefinidos, así como impedir que los aprendices puedan trabajar más de 40 horas semanales.
Más allá de estos cambios, El Khomri mostró su intención de seguir adelante con la reforma laboral, pese a que los sindicatos que organizaron las protestas de exigían su retirada. Lo justificó porque aunque el Gobierno del presidente Hollande ha hecho “mucho” desde que entró en funciones en 2012, y ahora el país está en “una dinámica más positiva”, no consiguen “tratar problemas de fondo” en la sociedad, sobre todo la falta de flexibilidad. - Efe