ESTAMBUL. El niño de tres años falleció en una playa del suroeste de Turquía junto a su madre y su hermano y varios inmigrantes más cuando intentaban llegar a bordo de una embarcación hasta la costa de Grecia.

Los dos ciudadanos sirios han sido condenados por tráfico de personas a cuatro años y dos meses de prisión por tráfico de personas y han sido absueltos del cargo de causar la muerte de los refugiados por una negligencia consciente.

Desde la muerte de Aylan, la Unión Europea ha afrontado una creciente crisis por la gestión de la llegada de cientos de miles de refugiados de Siria y de otros países en conflicto, una crisis que amenaza a la unidad del bloque comunitario.

Elogiada por acoger a unos 2,5 millones de refugiados de Siria, Turquía, que es candidata a acceder a la Unión Europea, está siendo presionada para que frene a los inmigrantes y refugiados que intentan llegar desde sus costas a Grecia.

Solo en los dos primeros meses de 2016, según las estimaciones del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, más de 130.000 inmigrantes y refugiados han llegado a Europa cruzando el Mediterráneo. En la travesía hasta al alcanzar el viejo continente, han perdido la vida en este periodo al menos 417 personas.