bruselas - Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea encaraban anoche la última etapa de las negociaciones para rediseñar las relaciones con Reino Unido, con el objetivo de cerrar un acuerdo que sirva a Londres para defender la permanencia del país en la UE, sin que por ello se comprometan los avances futuros del bloque comunitario.
El primer ministro británico, David Cameron, llegado a la cumbre de Bruselas dispuesto a “pelear” por un “buen acuerdo” que mejore el borrador que está sobre la mesa de negociación, y aseguró que rechazará cualquier oferta que “no recoja lo que necesitamos”. “Creo que cada uno tendrá su drama y que después tendremos un acuerdo”, declaró, por su parte, la presidenta lituana, Dalia Grybauskaite, que negó que existan posiciones de bloqueo y ha confiado en el acuerdo.
En la misma línea, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, consideró “razonable” pensar que los Veintiocho darán su visto bueno a un texto que permita a Londres “encarar y, así lo esperamos, ganar” el referéndum que convocará en próximas fechas.
Más firme se mostró el presidente francés, François Hollande, cuyo país ha planteado más dudas a las exigencias británicas en materia de política económica. “Quiero que Reino Unido se quede en la Unión Europea, pero quiero, ante todo, que Europa pueda avanzar sin que nadie, ningún jefe de Estado, ni ningún jefe de Gobierno, pueda impedirlo”, insistió Hollande.
El eslovaco, Robert Fico, por su parte, consideró prematuro hablar de consenso: “Necesitamos aún algo de tiempo para interpretar ciertas formulaciones y aclara lo que las expresiones significan en la práctica”. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, con quien Cameron se reunió antes de abordar la negociación con los Veintiocho, advirtió de que se trata de una cita para “construir o romper” la Unión Europea, tras unas conversaciones que están siendo “difíciles y delicadas”.
Los Veintiocho aparcaron la discusión durante la cena para tratar cuestiones de política migratoria y las carencias de la respuesta europea a la crisis de refugiados. Una vez finalizada la sesión a 28, Cameron y Tusk examinarán ya hoy de nuevo en formato bilateral la situación y evaluarán las peticiones del resto de delegaciones.
Cameron también se vio de manera bilateral con el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, que representa al llamado grupo de Visegrado, que integran junto a República Checa Eslovaquia, Polonia y Hungría, países con mayores reservas al “freno de emergencia” ideado para Londres limite parte de las ayudas a los europeos inmigrantes.
Si estos contactos sirven para constatar que las diferencias más acusadas entre los países tienen que ver con cuestiones técnicas y no políticas, el objetivo de Tusk es que sean los jefes negociadores de los gobiernos quienes dedicaran la madrugada a pulir la propuestas.
Los jefes de Estado y de Gobierno regresarán al Consejo a primera hora de hoy viernes para estudiar los cambios en el documento, discutir en bilateral aclaraciones si son necesarias y, a continuación, retomar la reunión formal para cerrar el acuerdo. Las cuestiones políticas más relevantes, como la restricción del acceso a complementos salariales a los europeos en sus primeros años de trabajo en Reino Unido, siguen abiertas, a la espera de que los líderes resuelvan las diferencias.
El primer ministro Cameron reclama cambios en cuatro áreas de la política europea (soberanía nacional, política económica, competitividad y servicio de bienestar), a cambio de defender la permanencia de Reino Unido en la UE durante la campaña de un referéndum que se ha comprometido a convocar próximamente. - E.P.