Varsovia - Lech Walesa, expresidente polaco, vuelve a ver su nombre ligado al espionaje comunista. El miércoles el Instituto de la Memoria Nacional de Polonia (IPN), un organismo público que investiga los crímenes del nazismo y el comunismo, anunció que unos documentos incautados a la familia del último ministro del Interior del régimen comunista, Czeslaw Kiszczak, confirman que Walesa (1943) fue un informador a sueldo de los servicios secretos polacos (SB) entre 1970 y 1976 bajo el seudónimo de Bolek.

Por su parte, el premio Nobel de la Paz negó ayer la veracidad de los documentos. “No puede haber ningún documento del que yo sea responsable, y si lo hubiera, entonces no harían falta falsificaciones”, dijo el histórico líder del sindicato Solidaridad desde Venezuela.

Lech Walesa, quien se encuentra en Venezuela para apoyar a la familia del opositor venezolano encarcelado Leopoldo López, aseguró que si es necesario demostrará en el juzgado que estos documentos no son veraces.

pasado Walesa admitió en el pasado la firma bajo presión de un compromiso para convertirse en informador de los servicios secretos, pero insistió en que nunca actuó como tal ni recibió dinero de los SB.

Los archivos salieron a la luz después de que la viuda de Kiszczak ofreciese vender al IPN informes de los servicios secretos elaborados durante los años 70, según explicó ayer la portavoz del Instituto para la Memoria Nacional.

Por el contrario, la familia de Kiszczak sostiene que el IPN les ofreció dinero por esos documentos tras la muerte de Czeslaw Kiszczak en noviembre del pasado año. - Efe