Bruselas - La Comisión Europea (CE) dio ayer su consentimiento para que Portugal adopte un presupuesto más relajado en materia fiscal de lo que sus socios le exigían, aunque ha advertido al Gobierno del socialista António Costa que debe tomar más medidas para mantener el déficit a raya.
“La Comisión no tiene que requerir un presupuesto revisado a las autoridades portuguesas”, anunció el vicepresidente de la CE para el Euro, Valdis Dombrovskis, después de que el colegio de comisarios -núcleo decisorio de la institución- tomara por unanimidad una medida que no ha estado exenta de discusiones.
Este paso supone un balón de oxígeno para la nueva coalición gobernante de izquierdas dirigida por Costa, al menos hasta primavera, cuando Bruselas volverá a revisar la deriva de la política económica portuguesa dentro del proceso que tiene abierto por déficit excesivo. Pero también es un baño de realidad, ya que, tras presentar tres meses tarde su plan presupuestario, Lisboa ha tenido que ajustar unas cuentas que la Comisión consideraba demasiado “optimistas” para lograr el aprobado por la mínima, eso sí, con el compromiso de asumir medidas adicionales por valor de 845 millones de euros.
Entre esas medidas se incluye el aumento de los impuestos al tabaco y el petróleo, mayores controles sobre los beneficios sanitarios relacionados por ejemplo con la discapacidad y la marcha atrás de la reducción de 1,5 puntos a la contribución a la Seguridad Social para trabajadores con salarios inferiores a 600 euros. - Efe