bruselas - Bélgica puede que sea el país con mayor proporción de jóvenes que se han ido a Siria o a Irak a combatir en las filas del Estado Islámico y otros grupos terroristas pero el fenómeno no exclusivo de este pequeño país de poco más de 11 millones de habitantes aunque desde el pasado viernes parezca el principal nido yihadista de Europa occidental. La agencia Europol, que coordina a las policías de los Estados miembros, tiene confirmación de que 2.000 ciudadanos europeos han salido de la UE para luchar por el Daesh y otros grupos terroristas -hay que eleva esa cifra a los 3.000- aunque su base de datos incluye el nombre de unas 10.000 personas vinculadas al yihadismo.
El grueso de ellos, entorno a 1.600 personas, han salido de Francia y sus banlieus, las barriadas desfavorecidas de los extra-radios de sus ciudades. Entorno a 600 lo habrían hecho, según el gobierno británico, de Reino Unido aunque los servicios de inteligencia elevan esa cifra hasta los 2.000 mientras que Alemania habría exportado en torno a 600. La cifra más actualizada de Bélgica apunta a poco más de 500 jóvenes aunque el centro internacional para el estudio de la radicalización y la violencia política (ICSR en sus siglas en inglés), con sede en Londres, da la cifra de entre 400 y 440 personas. Otros países afectados por el fenómeno son Holanda (entre 200 y 250, según el ICSR), Suecia (250/300 según Radio Suecia), Austria (100/150 según ICSR) y en menor medida, España. Según confirmaba el ministro Jorge Fernández Díaz, del Estado español habrían salido 139 personas a combatir, 25 habrían regresado y 15 estarían ya en la cárcel.
Túnez, Rusia, marruecos, turquía Pero si hay países especialmente afectados por este fenómeno esos con los vecinos a Siria. De Túnez habrían salido entre 1.500 y 3.000 personas para combatir en las filas del Estado islámico, de Rusia, especialmente de regiones como Chechenia, unos 1.700 según el servicio federal de seguridad, de Marruecos entre 1.000 y 1.500 y de Turquía entre 900 y 1.000 personas, según el diario NYT. Muestra evidente de que el problema no es solo europeo, sino global. Según alertaba Naciones Unidas en un informe en mayo pasado, hay entorno a 25.000 combatientes de 100 países enrolados en las filas de grupos terroristas como el Estado Islámico o Al Qaida e involucrados en conflictos yihadistas, cifras que la organización considera muy conservadoras y que en los últimos meses se han disparado un 70%.
la amenaza ha cambiado Los atentados de París de hace una semana muestran, sin embargo, que la amenaza ha cambiado. “Ha habido una escalada seria, un ataque indiscriminado combinado con suicidios. Es la forma de terrorismo más sofisticada que hemos visto hasta ahora y requiere que definamos de nuevo la amenaza. El ISIS quiere exportar su forma de terrorismo a Europa y quiere pasar a nivel internacional”, opina el director de Europol, Rob Wainwright que esta misma semana anunciaba posible nuevos ataques. “Es la amenaza más seria a la que se enfrenta Europa en la actualidad”, alertaba. Precisamente, la Unión Europea montará un centro antiterrorista dentro de la agencia que dirige desde el 1 de enero de 2016 y confía en que los gobiernos enviarán expertos y, sobre todo, información que permita responder con mayor eficacia a una amenaza que no va a desaparecer. “La clave es la interconexión. La prioridad ahora es motivar a las autoridades nacionales a que compartan sus bases de datos nacionales porque no hemos llegado a un nivel óptimo”, admite precisando que su punto de acceso para rastrear combatientes extranjeros en Siria solo cuenta con información de 5 Estados miembros y un socio internacional. “El sistema no se utiliza de forma equilibrada. Necesitamos más interrelación”, reivindica.
El coordinador europeo de la lucha antiterrorista, Gilles de Kerchove, admite que hay margen de mejora pero insiste en que los servicios secretos ya comparten datos a nivel bilateral y que actualmente son capaces de identificar al 70% de los aspirantes a convertirse en combatientes en Siria o Irak.