washington - Tres altos cargos del Gobierno de EEUU prosiguieron ayer su defensa del acuerdo nuclear con Irán ante el Congreso de su país, al garantizar que la verificación de las instalaciones iraníes no tendrá “fecha de caducidad” y que su economía tardará años en recuperarse. Mientras los legisladores estudian si votarán en contra del acuerdo nuclear, algo que podría obligar a EEUU a abandonar el pacto en el caso de que una amplia mayoría del Congreso lo rechace, el secretario de Estado, John Kerry, y otros altos cargos se sometieron a una segunda audiencia pública sobre el tema.
“Si el Congreso rechaza esto, Irán volverá a su enriquecimiento (de uranio). El ayatolá no volverá a la mesa (de negociación). El régimen de sanciones se desmantelará”, advirtió Kerry en la audiencia ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja. “Si nos alejamos (del acuerdo), nos alejamos solos. Nuestros aliados no van a estar con nosotros. En cambio, abandonarán las duras sanciones multilaterales que llevaron a Irán a la mesa negociadora, y habremos echado a perder nuestra mejor oportunidad para resolver este problema por medios pacíficos”, añadió.
Junto a Kerry declararon los secretarios del Tesoro de EEUU, Jack Lew; y de Energía, Ernest Moniz; en una larga audiencia que fue la segunda pública desde que se firmó el acuerdo a mediados de este mes, después de la sostenida el pasado jueves en el Senado.
El Congreso estadounidense, controlado por la oposición republicana, tiene 60 días para revisar el acuerdo alcanzado este mes en Viena entre Irán y el Grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unidos y Rusia, más Alemania), y tiene la opción de votar en septiembre sobre el pacto. Los legisladores solo podrían anular la participación de EEUU en el acuerdo si una mayoría de dos tercios en ambas cámaras vota en ese sentido, algo que invalidaría el veto que el presidente Barack Obama ha prometido imponer a cualquier legislación contra el pacto. - Efe