washington - El presidente de EEUU, Barack Obama, presentó ayer un nuevo plan para tratar de reducir el coste de la atención médica en el país, en coincidencia con el quinto aniversario de su reforma sanitaria, que sigue siendo blanco de continuos ataques republicanos. Obama explicó en un acto en la Casa Blanca que se trata de crear una red, en la que se han comprometido a participar más de 2.800 proveedores de salud, pacientes y grupos de defensa del consumidor, para vincular los pagos por la atención sanitaria más a la “calidad” que a la cantidad de servicios prestados.

Según la Casa Blanca, hay “ineficacia” en el sistema sanitario que pueden poner en peligro “la salud y el bolsillo” de los pacientes, como la permanencia en un hospital más tiempo del necesario o un excesivo papeleo que puede llevar a que información “crucial” se pierda al pasar del médico de atención primaria a los especialistas.

Obama dijo que ya se conoce “lo que funciona para reducir las infecciones en los hospitales o para ayudar a los pacientes con necesidades complejas”, así que se trata, con la nueva red, de “compartir estas buenas prácticas, estas buenas ideas”.

El presidente aprovechó el acto de ayer fundamentalmente para destacar los resultados de su reforma sanitaria, promulgada en 2010.

La reforma “funciona mejor de lo que muchos, incluido yo, imaginábamos”, declaró Obama al citar el dato de los más de 16 millones de asegurados o que la ley garantiza cuidados preventivos como vacunas o la cobertura anticonceptiva sin costo adicional, entre otros aspectos. - Efe