Bruselas - La cumbre europea de jefes de estado y de gobierno arrancó ayer en Bruselas con un minuto de silencio en nombre de las víctimas del atentado de Túnez que recabó ayer muchos mensajes de solidaridad de los mandatarios europeos que hoy tienen previsto comprometerse a intensificar su participación en la lucha contra el terrorismo en el norte de África. Y es que, según admitió el presidente de la Unión Europea, Donald Tusk, existen “serias preocupaciones por el aumento de las actividades terroristas no solo en Libia sino en toda la región”, explicó tras la cumbre social tripartita celebrada antes del Consejo Europeo.
La Unión Europea, que ha prometido movilizar todos los instrumentos necesarios para apoyar a Túnez, volvió a expresar su máxímo apoyo a través de la alta representante para la política exterior, Federica Mogherini, presente ayer en la cumbre para participar en el debate sobre la situación en Ucrania y las relaciones con Rusia. La italiana, que habló ayer mismo con el primer ministro de Túnez, Habib Essid, insistió en que “los jóvenes tunecinos tienen que saber que la UE está con ellos para darles un futuro de esperanza”.
Mensajes similares expresaron otros dirigentes de países tocados por el atentado, como el británico, David Cameron, que prometió hacer todo lo posible por la familia de la mujer británica asesinada y aseguró que el terrorismo no minará la democracia. También Mariano Rajoy mostró su “pesar y dolor” y aprovechó para recordar que el terrorismo yihadista es uno de los grandes problemas de los ciudadanos. “Es importante señalar que la batalla es contra la barbarie, de la civilización contra la barbarie”, insistió.
Los líderes europeos continuaban anoche con un debate dedicado a la situación en Ucrania así como la posibilidad de extender las sanciones contra Rusia que expiran en el mes de junio. Una reivindicación defendida muy especialmente por las repúblicas bálticas que creen apropiado prolongarlas ya. “Lo mejor sería decidir hoy el mantenimiento de las sanciones. Hay que establecer una vinculación clara de forma que hasta que el acuerdo de Minsk no se cumpla habrá sanciones”, reclamó el primer ministro estonio Taavi Roivas. - S. Martinez