kiev - Mientras, los civiles siguen siendo las víctimas más propiciatorias de los combates, ya que, al menos, trece civiles, de ellos tres niños, murieron en Donetsk en las ultimas veinticuatro horas por el fuego de artillería ucraniana, según los rebeldes.

Además, al menos cuatro personas, todas mujeres, murieron también ayer cuando un proyectil ucraniano cayó en la cocina de un café de la ciudad de Lugansk, el principal bastión prorruso en esa región homónima.

El batallón de voluntarios Azov, uno de los más activos en el frente de la región de Donetsk, informó ayer de que los tanques de ambos bandos llevaban protagonizan durante varias horas un cruento duelo.

Es por eso que el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, llamó ayer a no hacerse ilusiones sobre el cumplimiento de lo acordado durante la cumbre de Minsk durante una visita a un centro de entrenamiento de la Guardia Nacional cerca de Kiev.

“No quiero que nadie se haga ilusiones y parecer un ingenuo. Todavía falta mucho para lograr la paz y que nadie tiene la firme certeza de que las condiciones para la paz que fueron firmadas en Minsk se cumplirán”, dijo.

Con todo, agregó: “hay esperanza de que, pese a todo, a partir de ahora la situación tome la senda del freno de la escalada (...) Y espero que precisamente ese camino nos conduzca a la paz”. A su vez, comenzaron las matizaciones del acuerdo de Minsk y el ministro de Exteriores de Ucrania, Pavel Klimkin, precisó ayer que no habrá indulto presidencial para los líderes rebeldes y que la amnistía no beneficiará a quienes participaron o son acusados de crímenes contra la humanidad.

La amnistía había suscitado preocupación en Holanda, de donde procedían la mayoría de los 298 ocupantes del Boeing de Malaysia Airlines que murieron al ser derribado el avión en julio de 2014. - Efe