kiev - Quince largas horas de negociaciones entre los líderes de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia consiguieron lo que parecía ya casi imposible, un acuerdo de paz para el este de Ucrania que ponga fin a diez meses de hostilidades que amenazan la estabilidad de toda Europa.
El presidente ruso, Vladímir Putin, apareció hacia el mediodía de ayer ante la prensa congregada en el Palacio de la Independencia de Minsk para anunciar que se había acordado un alto el fuego en el este de Ucrania a partir del próximo domingo.
Atrás quedaba toda una noche de negociaciones marcadas por la tensión en muchos momentos y en las que, a juzgar por las pocas imágenes registradas, el líder del Kremlin estaba solo contra todos.
El texto acordado entre todas las partes tiene por objetivo la aplicación de los acuerdos de paz firmados en la capital bielorrusa en septiembre de 2014. El documento, que fue firmado por el llamado Grupo de Contacto -representantes de Kiev y de los separatistas prorrusos, con Rusia y la OSCE como mediadores- y aprobado verbalmente por los cuatro mandatarios, no es más que un primer paso para un arreglo global, por lo que la prudencia fue la tónica en las declaraciones posteriores.
Además del alto el fuego que entrará en vigor el domingo, el acuerdo prevé la retirada de todo el armamento pesado a la misma distancia por parte de ambos bandos con el fin de crear una zona de seguridad.
Para las milicias prorrusas, la referencia será la línea de separación acordada en Minsk en septiembre de 2014, lo que significa un retroceso frente a sus actuales posiciones, un proceso que deberá verificar la OSCE. Se contempla igualmente comenzar un diálogo para la convocatoria de elecciones locales en las zonas bajo control rebelde, una amnistía general para todos los participantes en el conflicto y la liberación de todos los rehenes y canje de prisioneros .
Kiev deberá reanudar los pagos sociales, pensiones y servicios bancarios en las zonas rebeldes, y a cambio restablecerá el pleno control de la frontera ruso-ucraniana en la zona de conflicto para finales de 2015. Otro punto del documento exige la retirada y desarme de todas la formaciones armadas extranjeras, armamento y mercenarios del territorio de Ucrania. Y en el plano político, una reforma constitucional para la descentralización de Ucrania, aunque no se habla de una federalización, que era una de las exigencias de Moscú.
A las pocas horas de partir los líderes de Minsk, las autoridades ucranianas denunciaron que durante la pasada noche medio centenar de tanques, 40 sistemas de lanzamiento de misiles y otros tantos blindados cruzaron la frontera rusa y se internaron en territorio ucraniano mientras se cerraba el acuerdo.
Por su situación estratégica, Debáltsevo y sus alrededores son desde hace varias semanas escenario de encarnizados combates entre las tropas gubernamentales y las milicias separatistas. Los prorrusos han anunciado que consiguieron cercar en Debáltsevo y sus afueras a más de 6.000 soldados ucranianos.
La confusa situación en la zona de Debáltsevo podría complicar el cumplimiento del plan de 13 medidas acordado en Minsk y existe el riego de que las milicias se sientan tentadas a hacerse con Debáltsevo antes de la entrada en vigor de la tregua.
Millones de ayuda. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, anunció un nuevo acuerdo para la concesión de asistencia financiera adicional a Ucrania por importe de 15.500 millones de euros bajo la forma de una línea ampliada de financiación con cuatro años de vigencia, lo que eleva a unos 35.400 millones de euros el rescate del país.
7 víctimas civiles más. Al menos siete civiles han muerto y otros 14 han resultado heridos por fuego de artillería en las últimas 24 horas en Donetsk.