Atenas - Mientras los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) se reunían en Bruselas en medio de la desconfianza generalizada tras el triunfo de la izquierda en Grecia, el nuevo primer ministro heleno Alexis Tsipras demostró ayer nuevamente la prisa que tiene por llevar a la práctica el programa social y político que le dio el incontestable triunfo en las elecciones del pasado domingo.

El líder de Syriza ya sabe que cuenta con el respaldo de su socio de coalición, Griegos Independientes, para presentar lo antes posible ante el Parlamento la ley que permitirá elevar el salario mínimo en el país hasta los 751 euros, tal y como se había comprometido durante la campaña.

El acuerdo de coalición alcanzado el lunes entre Tsipras y su líder, Panos Kammenos, fue relativamente simple. El partido de derechas se comprometió a respaldar las políticas económicas planteadas por Syriza en su llamado Programa Salónica anunciado en septiembre, siempre y cuando Tsipras no introduzca cambios en áreas en las que el partido de Kammenos tenga objeciones.

Estas áreas incluyen, en materia exterior, el rechazo de este partido a alcanzar un acuerdo con la vecina Antigua República Yugoslavia de Macedonia sobre su nombre -Macedonia es el nombre de una región griega y Atenas se opone a que el país vecino use este término en solitario-.

Syriza también ha accedido a cambio del respaldo de Griegos Independientes a no plantear ningún plan para la separación entre Iglesia y Estado en Grecia. Tsipras se convirtió el lunes en el primer jefe de Gobierno en prestar juramento de su cargo por el procedimiento civil, sin hacerlo sobre la Biblia.

A cambio, Kammenos ha dado luz verde a Syriza para que presente ante el Parlamento la legislación que permita llevar a la práctica las medidas prometidas en Salónica. La primera de estas leyes será la que elevará el salario mínimo de nuevo hasta los 751 euros y volverá a introducir las normas para la negociación colectiva de los salarios.

El segundo proyecto de ley se centrará en las medidas para que los contribuyentes reciban mejores términos para devolver sus deudas y contribuciones a la seguridad social. Dicha medida contempla que no paguen más del 20 o el 30% de sus ingresos anuales para devolver sus deudas.

Por otra parte, el nuevo Gobierno también quiere aprobar una ley que acabará con el plan de movilidad y el proceso de evaluación de los funcionarios públicos. Con ello se permitirá que algunas personas que han perdido sus puestos de trabajo como resultado de estas medidas vuelvan a ser contratadas.

Plan contra la pobreza En las próximas semanas también se deberá presentar una ley que permita que unos 300.000 hogares que viven por debajo del umbral de la pobreza reciban electricidad gratuita. Asimismo, se prevé la reapertura de la televisión estatal, ERT, cerrada en junio de 2013.

Para llevar a cabo su programa Tsipras ha apostado por un Gobierno con menos cargos (diez ministerios en lugar de los dieciocho que tenía el Ejecutivo de Samarás) y con un fuerte acento económico, pues tres de las carteras están centradas en desarrollar las políticas económico-financieras del país.

Con esta estructura ministerial, la coalición entre los izquierdistas y la derecha nacionalista espera poder llevar a la práctica su principal objetivo común: combatir las políticas de austeridad y poner en marcha un plan de reactivación de la economía.

El diputado y economista Yannis Dragasakis tendrá un papel central en el nuevo Ejecutivo de Syriza como viceprimer ministro económico y coordinador de todas las carteras con carácter económico y financiero. Dragasakis pertenecía al Partido Comunista griego hasta 1991, cuando se unió a Synaspismos, formación que luego desembocó en Syriza, y llegó a ser viceministro en el Gobierno de transición de Xenofón Zolotas.

Será uno de los encargados de tratar con la troika de acreedores (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) para renegociar los acuerdos alcanzados hasta ahora por el anterior Gobierno griego, como ha prometido Syriza. - DNA/Efe/E.P.

Primera visita de la ‘troika’. El presidente del Eurogrupo, el socialista holandés Jeroen Dijsselbloem, viajará a Atenas el próximo viernes para reunirse con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, y con el nuevo ministro de Finanzas con el objetivo de iniciar el diálogo con el Gobierno de Syriza.

Salida del euro. El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, dijo ayer que no sólo no contempla la salida de Grecia del euro, sino que esa hipótesis “no está en la agenda de nadie”.

Gobierno sin mujeres. Tsipras anunció ayer su gabinete, en el que el líder de Griegos Independientes, Panos Kammenos, será ministro de Defensa y el economista Yanis Varoufakis ocupará la cartera de Finanzas. El líder de Syriza nombró a tres ‘superministros’ , pero ninguna mujer.

Bajón de la Bolsa ateniense. La Bolsa de Atenas cerró la sesión con un descenso del 3,69%, acumulando así dos jornadas consecutivas con caídas superiores al 3% tras la contundente victoria de Syriza, que ha llevado a la prima de riesgo del bono heleno a diez años a subir casi 100 puntos básicos.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, dijo ayer que los problemas de Grecia no son culpa de Bruselas o de Berlín sino de las “élites”, y defendió que las reformas impuestas por la troika a cambio del rescate están empezando a dar resultados.