MADRID. Según datos proporcionados a Efe por fuentes de la lucha contra el terrorismo yihadista, los expertos calculan que unos 36 yihadistas procedentes de España permanecen en Siria e Irak, a donde, a la luz de informes policiales, se habrían desplazado 5.000 individuos de países de la Unión Europea, de los que el 80 por ciento se habrían integrado en las filas del Estado Islámico o Daesh.

En España, las investigaciones policiales y judiciales que se siguen y en las que destaca, según las fuentes consultadas, "la estrecha colaboración de las autoridades marroquíes", se centran fundamentalmente en los focos radicales de Ceuta y Melilla y, concretamente, en las actividades de captación y adoctrinamiento de personas muy jóvenes (incluso niñas menores) para su envío a Siria.

El auge del yihadismo en esas zonas también se ha traducido en un incremento de estos procedimientos en la Audiencia Nacional, ya que el pasado año llegaron a suponer el 15 por ciento de todas las investigaciones abiertas en este tribunal.

En total se estima que en la Audiencia Nacional hay 70 procedimientos judiciales abiertos por el fenómeno yihadista, que engloba también el enaltecimiento de este tipo de terrorismo a través de las redes sociales, y cuarenta personas se encuentran en prisión en relación con estos grupos.

Desde junio de 2013, se han llevado a cabo varias operaciones contra el terrorismo yihadista en las que resultaron detenidos un centenar de personas en España, Marruecos y Bélgica.

La mayor parte de los arrestados estaban vinculados con las redes de captación, adoctrinamiento y envío de yihadistas a las filas del Estado Islámico, y algunos con vinculación con otras organizaciones que operan en África como AQMI (Al Qaeda en el Magreb Islámico) y MUYAO (Movimiento para la Unión de la Yihad en el África Occidental).

La actuación judicial, según las fuentes, es "fundamentalmente preventiva, dirigida a la detención y desarticulación de células y grupos incardinados en organizaciones terroristas antes de comenzar a preparar o ejecutar acciones terroristas de cualquier naturaleza", lo que dificulta la obtención de pruebas, pero consigue evitar que estas personas lleguen a dar el paso de atentar.

Entre las operaciones más importantes contra el yihadismo, destacan, la operación Cesto, de junio de 2013, que se saldó con catorce detenidos y a los que la Fiscalía pedirá condenar por integración en organización terrorista a penas que oscilan entre los 10 y 12 años de prisión en el juicio que se celebrará próximamente.

En marzo del pasado año se llevó a cabo la operación Azteca, en la que fueron detenidas nueve personas, de las que 4 están presas en España y las otras cinco en otros países.

En mayo, en el marco de la operación Javer, fueron detenidas seis personas que se encuentran en prisión preventiva por su presunta integración en MUYAO, que opera en Malí; y en junio, en el marco de la operación Gala, fueron detenidas nueve personas por su supuesta relación con la captación y envío de personas para las filas del Estado Islámico y que también permanecen encarceladas.

Entre los detenidos en esa operación destaca Lachen Ikassrien, quien en 2005 llegó a España extraditado por Estados Unidos y que un año después resultó absuelto en 2006 del delito de pertenencia a Al Qaeda por el que fue juzgado en la Audiencia Nacional; además en 2009 denunció haber sufrido torturas durante su estancia en Guantánamo entre 2002 y 2005, hechos que investiga el juez Pablo Ruz en un procedimiento abierto por su antecesor Baltasar Garzón.

En octubre tuvo lugar la operación Firewell con nueve detenidos (uno en Melilla, el responsable de la célula y 8 en Marruecos), todos ellos actualmente en prisión por delitos de integración o colaboración, actividades de captación, adoctrinamiento, adiestramiento, formación o asistencia a prácticas de entrenamiento.

En agosto, en el marco de la operación Kibera, fueron detenidas dos mujeres, una de ellas menor de edad, cuando pretendían salir de Melilla y entrar en Marruecos con el propósito de trasladarse a Irak para enrolarse en el EI.

La última operación contra el yihadismo se produjo el pasado 16 de diciembre con la detención de seis personas (cuatro en España y dos en Marruecos), que ingresaron en prisión preventiva por formar parte de una red de captación y envío de combatientes a Siria e Irak. Esta organización pretendía fundamentalmente captar a niñas menores para enviarlas al Estado Islámico.