nueva york - Sin que la indignación se haya apagado entre la comunidad afroamericana de Nueva York por la decisión de un gran jurado de no imputar al agente Daniel Pantaleo por la muerte de Eric Garner el pasado mes de julio, el país conocía la noticia del fallecimiento de otro hombre negro desarmado a manos de un policía en Phoenix (Arizona). Según la versión policial, detallada en un comunicado, la víctima, Rumain Brisbon, estaba vendiendo drogas en un coche cuando el policía le pidió que levantara las manos, orden que el sospechoso no obedeció. Brisbon corrió hacia un edificio de apartamentos, donde ambos comenzaron un forcejeo, durante el cual el sospechoso metió las manos en los bolsillos del pantalón, lo que, según el relato de la Policía, hizo pensar al agente que tenía un arma. Brisbon recibió dos tiros en el torso.
Los agentes descubrieron después que lo que tenía en los bolsillos era un fracaso del fármaco oxycodone, mientras que en el vehículo donde estaba vendiendo droga hallaron marihuana y una rifle semiautomático. Brisbon tenía un largo historial delictivo por asalto y robo. Sin embargo, la abogada de su familia, Marci Kratter, explicó a los medios que tiene testigos que contradicen la versión policial.
Lo cierto es que el suceso llega en un momento en el que la desconfianza entre la Policía y las minorías en Estados Unidos es uno de los temas centrales de debate, tras las protestas y la indignación que dejaron los recientes casos de Michael Brown y Eric Garner. Ante esta situación, tanto el presidente Barack Obama como el secretario de Justicia, Eric Holder, han comparecido públicamente en la última semana para dejar claro que la Administración está comprometida en mejorar la confianza entre agentes y minorías en el país.
La noche del jueves, Nueva York volvió a llenarse de protestas ciudadanas pidiendo una solución tajante en el sistema judicial y policial. “Lo que se necesita es un cambio drástico, que vaya desde el primer encuentro de la persona con la policía hasta el sistema judicial, que incluye a jueces y leyes”, manifestó a Efe una de las miles de manifestantes en la plaza de Foley, Lycia Ora, presidenta electa del Gremio Nacional de Abogados. El martes, un gran jurado de Staten Island (Nueva York) decidió no imputar al agente de policía Daniel Pantaleo, que el pasado 17 de julio realizó una llave ilegal a Eric Garner, de 43 años, causándole asfixia, a pesar de que este gritó en numerosas ocasiones, once según su viuda, que no podía respirar. El pasado 24 de noviembre, el policía Darren Wilson también quedó libre sin cargos tras matar a tiros en agosto a Michael Brown, de 18 años, que iba desarmado, en circunstancias aún por aclarar.
En el caso de Garner, el Gobierno estadounidense anunció una investigación federal para determinar si se violaron los derechos civiles del fallecido. Además el propio Departamento de Policía de Nueva York llevará a cabo una investigación interna. Sin embargo, según Lycia Ora, “son muchas las veces que se han hecho investigaciones y aquí estamos, en 2014 manifestándonos por otra muerte”.
“Reeducación” Mientras, el fiscal general Eric Holder divulgó ayer el resultado de una investigación que acusa de ejercer un “uso de fuerza excesivo” a la policía de la ciudad de Cleveland, donde recientemente un agente mató a un niño negro de 12 años. El departamento de Justicia llegó a esa conclusión tras abrir en marzo de 2013 una investigación sobre derechos civiles y la actuación de ese cuerpo policial. La indagación detectó “un uso innecesario y excesivo de la fuerza letal, incluidos tiroteos y golpes en la cabeza con armas de impacto”. La Policía de Cleveland, en el estado de Ohio, también fue acusada de “uso innecesario, excesivo o por venganza de la fuerza menos letal, como pistolas eléctricas (láser), espráis químicos y puños metálicos”. Asimismo, los investigadores descubrieron una utilización de “fuerza excesiva contra personas mentalmente enfermas o en crisis”. La investigación concluyó que “los agentes de Cleveland no disponen de entrenamiento adecuado, orientación normativa y supervisión”. Precisamente, políticos y fuerzas del orden están hablando estos días de “reentrenamiento” de los agentes.
Holder abogó por aplicar medidas que “garanticen, no solo que los servicios policiales se prestan de forma constitucional, sino que promueven seguridad pública, la seguridad de los agentes, la confianza, la colaboración, la transparencia y la legitimidad”. El cuerpo policial de Cleveland fue noticia el pasado 23 de octubre, cuando un policía mató a tiros a un niño negro de 12 años cuando, según dijo, confundió la pistola de aire comprimido que llevaba el menor con un arma de verdad.
En la manifestación de Nueva York también estaba Margarita Rosario, madre de Anthony Rosario y tía de Hilton Vega, muertos a manos de la brutalidad policial el 11 de enero de 1995. El primero recibió 14 disparos; el segundo, ocho. “Hace más de 20 años que llevan diciendo que va a haber cambio. Sus cambios son buscar otra manera de matar jóvenes”, zanjó. - Efe/DNA