París - La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) subrayó ayer que los inmigrantes tienen un impacto fiscal positivo en los países receptores, en respuesta a las medidas restrictivas del Reino Unido para evitar que otros ciudadanos europeos lleguen para beneficiarse de su sistema social. “El impacto fiscal de la inmigración es positivo” para la práctica totalidad de los países examinados, y eso es así también para el Reino Unido, señaló el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, en la presentación a la prensa del informe anual sobre migraciones de la organización.

Gurría insistió en que “los inmigrantes son un recurso, no un problema”, al tiempo que reconoció que su integración es también un reto al que están confrontados los países miembros y que tiene que abordarse en el marco de “un diálogo necesario entre los gobiernos y las poblaciones”. En un sentido similar, el comisario europeo de Interior, Dimitris Avramopoulos, afirmó que “tenemos que cambiar la narrativa de la inmigración”, entre otras cosas porque los Estados de la Unión están experimentando un envejecimiento demográfico que va a suponer la pérdida de 15 millones de personas entre 2010 y 2020 al que hay que reaccionar.

Tras señalar que en la UE viven ya 20 millones de inmigrantes de terceros países en situación legal, que suponen el 4% de la población, hizo notar que no se puede obviar también que existe una economía en negro vinculada a los sin papeles. Según los autores del estudio de la OCDE, en 2013 hubo, por primera vez desde 2007 y el estallido de la crisis financiera, un incremento del número de entradas de inmigrantes permanentes en lo que se conoce como el mundo desarrollado. En concreto, hubo un ligero incremento del 1,1 % hasta 3.824.000 personas, frente al descenso del 0,8 % que se había constatado en 2012.

Una de las claves de ese cambio de tendencia es Alemania, que en los últimos años se ha convertido en el segundo Estado por el número de inmigrantes que se asientan en su territorio, solo por detrás de Estados Unidos. En 2012 (el último ejercicio con cifras estandarizadas), Alemania recibió 399.900 inmigrantes permanentes, y el año siguiente se superó el listón de los 400.000, frente a los 201.500 que habían llegado en 2009. En términos generales, los movimientos migratorios dentro del espacio de libre circulación europea siguieron subiendo, con un más que significativo salto del 10 % en 2012.

El Reino Unido se ha convertido en el tercer receptor de la UE, con un alza del 2% en 2013 respecto al año anterior hasta 291.000 personas, aunque esa cifra continúa siendo inferior a los 343.300 que hubo en 2007, antes del estallido de la crisis. Por su parte, Estados Unidos experimentó una caída del 4 % en 2013 con 989.900, tras el descenso del 2 % que ya se había registrado en el periodo 2007-2012. Gurría quiso marcar el apoyo de la OCDE a la reforma de la inmigración que el presidente estadounidense, Barack Obama, anunció en noviembre que va a sacar adelante ante el bloqueo legislativo, y que entre otras cosas debería suponer la legalización de varios millones de irregulares. En total, los países de la OCDE albergan 115 millones de extranjeros, que globalmente suponen en torno al 10% de la población total. - Efe