washington - El senador republicano Mitch McConnell, quien será el líder de la mayoría en la cámara alta de Estados Unidos tras los comicios del martes, aseguró ayer que un “Gobierno dividido puede hallar puntos comunes” y confió en que la Casa Blanca y el Congreso colaboren en asuntos como comercio o reforma fiscal. Los republicanos recuperaron el control de la cámara alta, y así el de la totalidad del Congreso, lo que obligará al presidente estadounidense, Barack Obama, a negociar en sus dos últimos años de mandato con un Legislativo contrario a sus políticas.

En una rueda de prensa desde su estado, Kentucky, McConnell rechazó la idea de que vaya a producirse un “Gobierno disfuncional” dada la división de poderes, y reiteró que “hay que empezar buscando sobre qué aspectos en común se pueden hacer progresos”.

El republicano también insistió en que el Senado volverá “a la normalidad” con su llegada al liderazgo, ya que, según consideró, en estos dos años no ha hecho bien su trabajo.

Entre los aspectos que traerá a consideración, citó “la revolución energética” que vive Estados Unidos, donde destacó la construcción del polémico oleoducto Keystone XL, que cruza Estados Unidos desde Canadá y sobre el que los demócratas desde hace años se muestran reticentes.

McConnell tendrá que lidiar dentro de su bancada con la más que posible situación de que tres de sus senadores se presenten como precandidatos a la Presidencia del país por su partido, un hecho que podría reducir su capacidad de maniobra.

“No tengo ningún problema con las ambiciones de los demás”, aseveró el senador al respecto, quien aseguró que encontrará la manera de conciliar la situación para sacar legislaciones adelante.

Asimismo, el conservador insistió en que bajo su liderazgo al frente del Senado “no habrá cierres de gobierno ni posibilidad de una suspensión de pagos” al ser preguntado por los bloqueos de algunos de sus compañeros de bancada a las partidas presupuestarias, como ocurrió con el senador Ted Cruz (Texas) el pasado año. McConnell explicó que recibió las llamadas del de momento líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, así como del propio Cruz, quien se dijo sorprendido por el amplio margen de la victoria.

Los republicanos arrebataron anoche al menos siete escaños a los demócratas, cuando solo necesitaban seis para hacerse con la mayoría y aún quedan por dirimirse las batallas en otros tres estados que quedaron muy ajustados. - Efe