MOSUL. Integrantes del EI irrumpieron en las viviendas de los tres profesionales en los barrios de Al Nur y Sukar, en Mosul, y se los llevaron para someterlos a un interrogatorio, según explicaron a sus familiares.

Los secuestrados son el periodista Qais Talal y los cámaras de un canal de televisión por satélite local Walid Akidi y Ashraf Abadi.

Desde que el pasado junio el EI tomara el control de Mosul, la segunda ciudad del país, un gran número de periodistas ha abandonado la localidad por temor a sufrir represalias.

En el punto de mira están, sobre todo, los que critican el terrorismo o apoyan al Gobierno, lo que les obliga a trabajar en la clandestinidad.

Este grupo terrorista ejecutó a la presentadora del canal de Al Mosulia, Mislon Yauadi, y detuvo a otros reporteros, como Hisham Harbaui y Yalá Abadi.

El EI, que ha proclamado un califato en las zonas bajo su control en Irak y Siria, también ha secuestrado a periodistas occidentales en territorio sirio.

Incluso ha difundido en vídeo las decapitaciones en Siria de los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff, y del cooperante británico David Haines.

En un comunicado, Reporteros Sin Fronteras (RSF) condenó ayer la "persecución criminal y fanática" del Estado Islámico a los periodistas y destacó que las zonas controladas por ese grupo se han convertido en "agujeros negros para las noticias".

La organización destacó que el EI ha dado la orden a sus combatientes de asesinar a todos los periodistas que "dañen la imagen de su grupo".

"La información se suprime o resulta inaccesible" en las zonas que controlan los extremistas debido al clima de "censura y terror" que estos imponen y que impide a los periodistas trabajar con normalidad, indicó.

RSF también aludió a la confusión en torno a la muerte del periodista iraquí Mohanad Al Aqidi, una noticia sobre la que se informó a mediados de este mes y que luego fue desmentida por su familia.