bruselas - El rompecabezas que siempre es el reparto de altos cargos de la UE empieza finalmente a cuadrar. Los contactos telefónicos y encuentros bilaterales celebrados en las últimas semanas por el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, parece que darán sus frutos y que esta tarde los 28 jefes de estado y de gobierno podrán aprobar en una nueva cumbre extraordinaria el equipo de políticos encargados de liderar la Unión Europea durante el próximo lustro. Del pelotón de favoritos sobresalen dos: el actual primer ministro polaco, el democristiano Donald Tusk, para la presidencia del Consejo Europeo y la ministra italiana de Exteriores, la socialista Federica Mogherini, como nueva alta representante para la política exterior.

“Es la clara favorita”, escribía ayer el secretario de estado para Asuntos Europeos, Iñigo Méndez de Vigo, sobre la protegida de Matteo Renzi. Su candidatura recibió una sonora bofetada por parte de los países bálticos y del este en la cumbre de finales de julio, por su inexperiencia y sobre todo por su cercanía con Rusia -la presidenta lituana Dalia Grybauskaite llegó a decir que la italiana era “un problema”-, pero el primer ministro italiano ha mantenido su apuesta y con toda probabilidad, y salvo sorpresa de última hora, será la encargada de sustituir a Catherine Ashton al frente de la diplomacia europea.

Un sapo que los países del este están dispuestos a tragar siempre que se les garantice la visibilidad que reclaman desde hace años entre los altos puestos europeos. Y aquí es donde entran en juego un trío de dirigentes del este empezando por Tusk y siguiendo por el letón Valdis Dombrovskis y el estonio Andrus Ansip. Aunque el polaco ni domina el inglés o el francés -sí habla alemán- cuenta con el apoyo público del primer ministro británico, David Cameron, así como de otros dirigentes europeos. Hasta ahora se habría resistido a dar un paso al frente y presentar su candidatura para no debilitar a su partido ante las elecciones del próximo año aunque, según varios medios de comunicación polacos, estaría dispuesto a asumir la tarea si los 28 llegan a un acuerdo.

En todo caso, la lista de posibles candidatos a presidir el Consejo Europeo incluye otros nombres. Desde el irlandés Enda Kenny, hasta el finlandés Jyrki Katainen o la socialista danesa Helle Thorning-Schmidt, que en junio pasado era una de las grandes favoritas y con pocas posibilidades de sustituir al político belga a finales de noviembre si Mogherini, de su misma familia política, se convierte en la nueva jefa de la diplomacia europea.

La decisión se tomará en una nueva cumbre extraordinaria que arranca hoy las 17.00 horas y en la que no está previsto designar al próximo presidente del Eurogrupo, otro de los cargos a repartir. Un puesto al que se postula el ministro de economía español, Luis de Guindos, y por el que tendrá que seguir peleando. El mandato del actual presidente del Eurogrupo, el ministro holandés Jeroen Dijjselbloem, no expira hasta junio de 2015 y su país ha dejado claro que agotará el mandato, lo que significa que Holanda no lo presentará como candidato a comisario europeo. Los 28 también se entrevistarán con el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, y hablarán de la amenaza de atentados yihadistas en la UE.