Roma - El Papa emprendió ayer su visita a Corea del Sur, en el que será su tercer viaje internacional tras Brasil y Tierra Santa. El avión del pontífice despegó a las 16.12 horas desde Roma y con él viajaban el secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, y el presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, Stanislaw Rylko. También iba a bordo un empleado del Vaticano, en esta ocasión de la centralita telefónica, ya que Francisco decidió premiar así a los trabajadores de la Santa Sede.
“Hay que ir a Asia”, dijo el pontífice argentino durante el vuelo de regreso de Brasil y al explicar cuales eran sus prioridades para los próximos viajes. Hacia quince años que un Papa no pisaba Asia. - Efe