Erbil (Irak) - Tras perder el control sobre el norte del país en solo unos días, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, trata de recuperar la iniciativa en el campo de batalla, aunque los insurgentes suníes permanecen sólidos en sus feudos. En un movimiento criticado por sus opositores, que lo ven como un paso más hacia el autoritarismo, Al Maliki anunció que el Consejo de Ministros le ha otorgado "poderes ilimitados" para movilizar y equipar a sus tropas, así como para financiar la compra de armas. Esa decisión llega tras fracasar en su intento de que el Parlamento, cuyo mandato expiró la pasada noche, decretase el estado de emergencia, lo que habría ampliado sus prerrogativas.
En un discurso, el jefe del Gobierno estableció en la ciudad de Samarra, unos 120 kilómetros al norte de Bagdad, el punto neurálgico desde donde deberá comenzar la contraofensiva sobre el norte, controlado en su mayoría por los yihadistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) y sus aliados suníes. "La batalla contra el terrorismo empezará en Samarra", dijo Al Maliki, antes de prometer que sus fuerzas avanzarán "hacia cualquier palmo de tierra manchada por los pies de esos traidores".
En las próximas horas, los voluntarios civiles que ha reclutado el Gobierno de Bagdad comenzarán a llegar a Samarra para intentar recuperar el terreno perdido.
La magnitud del desastre militar, agravado por la retirada en desbandada del Ejército de las provincias de Nínive y Saladino ante el avance rebelde, ha obligado al Ejecutivo a recurrir al alistamiento de civiles.
El propio ayatolá Ali al Sistani, la máxima autoridad religiosa del chiísmo en Irak que raramente interviene en política, hizo ayer un llamamiento a los ciudadanos a tomar las armas frente al EIIL.
El Ministerio del Interior iraquí aseguró ayer que sus fuerzas consiguieron recuperar con el apoyo de la población local cinco localidades en la provincia de Saladino, la misma en la que se encuentra Samarra.
Según dijo una fuente de seguridad, Al Duluaiya fue la primera población liberada por la Policía, seguida por Al Muatasim, Al Ishaquia, Al Meshek y Al Zauiya.