pekín - El presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, acordaron ayer tras un encuentro en Shanghai una "completa asociación de cooperación energética" entre ambos países, sin que se haya firmado aún un esperado acuerdo de suministro de gas natural de Moscú a Pekín, pendiente de la determinación del precio que China deberá a pagar a Rusia durante los próximos 30 años. Los dos líderes así lo destacaron en una declaración conjunta, en la que también destacaron su "compartida preocupación" sobre Ucrania, crisis en la que Pekín ha intentado combinar una postura neutral con el rechazo a secundar las sanciones de la UE y EEUU a Moscú por su actuación en la misma.

Debido en parte a estas sanciones, que dejan a Rusia necesitada de nuevos compradores de su gas natural, la atención del encuentro estaba en el posible acuerdo entre el consorcio ruso Gazprom y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) para la exportación de gas a la segunda economía mundial.

No obstante, Putin destacaba ayer sin entrar en detalles su "alegría al haber sido informado de que las dos partes han realizado un significativo progreso", y reiteraba que "Rusia quiere alcanzar un acuerdo con China en una fecha temprana", según la agencia oficial Xinhua.

Horas después, el consejero delegado de Gazprom, Alexei Miller, afirmaba desde Shanghai que "las charlas continúan para buscar un compromiso sobre el contrato de gas", si bien ninguna de las partes ha confirmado que éste se vaya a alcanzar durante la visita de Putin a China, que finaliza hoy.

Se estima que el retraso de la firma del acuerdo, cuyas duras negociaciones comenzaron hace casi diez años, se debe a que Rusia quiere utilizar sus contratos con la UE como precio de referencia, mientras China propone un coste más bajo, basado en sus importaciones de Asia central. Además, algunos analistas consideran que China cuenta ahora con ventaja en las negociaciones, ya que mientras Moscú está ávida de obtener nuevos compradores de gas natural tras las sanciones, Pekín cuenta con otras alternativas, sobre todo en las repúblicas centroasiáticas de Kazajistán, Uzbekistán y Turkmenistán. Por su parte, China se encuentra en una fase en la que está incrementando el consumo y sus habituales suministradores podrían no ser suficientes para cubrir su cada vez mayor demanda.

Se desconoce también si durante la visita de Putin, que viaja acompañado de un nutrida delegación empresarial, sobre todo del sector energético, los países vecinos han decidido mantener las condiciones alcanzadas en un memorándum firmado en marzo de 2013 sobre el acuerdo entre Gazprom y CNPC. Según éstas, el contrato tendría una duración de 30 años y establecería un aprovisionamiento a China de 38.000 millones de metros cúbicos anuales de gas a través del gasoducto oriental La Fuerza de Siberia, la misma ruta por la que ya exporta petróleo al gigante asiático.

Esta cantidad de gas supone casi un cuarto del actual consumo de China y es también alrededor del 20% de las ventas de gas de Gazprom en Europa, el principal destino de las exportaciones de la compañía, según algunos estudios. Con el acuerdo gasístico aún en vilo, el comunicado conjunto firmado por ambos países sí confirma que las dos partes aumentarán su cooperación en la exploración de minas de carbón y el desarrollo de infraestructura de transporte en Rusia.

advertencia al dólar Los dos países aumentarán la utilización de sus monedas locales en las transacciones de comercio bilateral, la inversión y financiación de proyectos en ambos territorios, y fortalecerán el diálogo en la formulación de políticas macroeconómicas, añade el documento bilateral. Esta medida es una clara advertencia a EEUU en el sentido de que ambos países comienzan a eliminar al dólar como moneda de referencia. Una medida que puede quedarse ahí o llevar a la creación de una nueva divisa de referencia, provocando un verdadero cataclismo en la economía norteamericana.

Xi y Putin se comprometieron igualmente en incrementar el comercio bilateral hasta los 100.000 millones de dólares a finales de 2015 -actualmente es de cerca de 90.000 millones- y esperan que la cifra alcance los 200.000 millones en 2020. Los líderes abogaron por asegurar "un comercio equilibrado" entre ambas potencias y ampliar la inversión conjunta en áreas como las infraestructuras de transporte, el desarrollo de proyectos de minería o la vivienda en Rusia.

Por otro lado, las dos naciones vecinas iniciaron ayer maniobras militares conjuntas en el Mar de la China Oriental y firmaron una serie de acuerdos en energía y telecomunicaciones, entre otros sectores.

Putin viajó a Shanghai con motivo de la IV Conferencia de Interacción y Medidas para el Desarrollo de la Confianza (CICA), que comenzó ayer y concluye hoy, cuando abandonará el país asiático. Con o sin el magno acuerdo gasístico firmado.

China llama "hipócrita" a eeuu Por otra parte, China acusó ayer a Estados Unidos de actuar con "arbitrariedad e hipocresía" por culpar al Ejército chino de actividades de espionaje industrial, cuando, según Pekín, es Washington el que ha llevado a cabo "actividades a larga escala de robo de datos cibernéticos y vigilancia". "China es víctima de graves ciberataques lanzados desde EEUU", aseguró ayer en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Hong Lei, quien pidió el fin de ese espionaje.

Hong se sumó a las condenas de la diplomacia china lanzadas contra la Administración de Estados Unidos después de que el Departamento de Justicia norteamericano imputara el martes a cinco militares chinos por presunto ciberespionaje industrial a varias compañías estadounidenses. - Efe