LAGOS. "Hemos recuperado 118 cadáveres de entre los escombros", dijo el coordinador de la NEMA en la zona centro-norte del país, Abdulsalam Abubakar, a través de la cuenta oficial de la red social Twitter.
Las explosiones se produjeron en un intervalo de 15 minutos en el conocido mercado de Terminus, cerca de la estación de tren del mismo nombre, sobre las 15.00 hora local y GMT.
Según Abubakar, el ataque fue una "catástrofe" ya que se perpetró en hora punta, cuando el mercado estaba abarrotado de gente.
En un primer momento la Policía señaló que al menos 46 personas murieron y otras 45 resultaron heridas, aunque la cifra no fue confirmada por el Gobierno regional que aseguró "no tener prisa" para precisar el número de víctimas del atentado.
"Hemos iniciado una investigación sobre el suceso", dijo Olivia Dazyam, responsable de Información del Gobierno del estado de Plateau, cuya capital es Jos.
Por su parte el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, condenó el doble atentado a través de un comunicado y calificó a los autores de "crueles y malvados".
Aunque el ataque no fue reivindicado por ningún grupo, el presidente aseguró que su Gobierno "sigue dispuesto a ganar la guerra contra el terrorismo", en alusión a la secta islamista Boko Haram.
Ese grupo, que mantiene secuestradas a más de 200 niñas desde hace más de un mes, ha asesinado a más de 3.000 personas en atentados perpetrados en los últimos cinco años en Nigeria.
Boko Haram, que significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer su interpretación de la "sharía" o ley islámica en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.
Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus diferencias políticas, socioeconómicas, religiosas y territoriales.