Dublín - Después de pasar la noche detenido en una comisaría norirlandesa, el presidente del Sinn Féin, Gerry Adams, continuaba siendo interrogado ayer por el asesinato de una católica a manos del IRA en 1972, aunque su partido asegura que no es "sospechoso" de ese crimen. La número dos de la formación, Mary Lou McDonald, recalcó ayer que su líder es inocente y que tiene todo el apoyo del partido, al tiempo que advirtió de que su posición no se ha visto cuestionada por este caso, que ha causado un terremoto político en Irlanda.
Para la dirigente del Sinn Féin, el arresto de Adams por parte de la Policía norirlandesa (PSNI) es una maniobra política encaminada a dañar al partido en las elecciones europeas y locales de este mes, en las que prevé avances tanto en el sur como en el norte de la isla.
Adams, tal y como había anunciado que haría en marzo, se presentó ayer voluntariamente en una comisaría de Antrim, al norte de la región irlandesa, para colaborar con la PSNI en las pesquisas sobre ese asesinato y los agentes lo detuvieron después.
Algunos observadores cuestionaban ayer el hecho de que se mantuviera al político nacionalista retenido durante toda la noche, cuando es muy improbable que una de las caras más conocidas de Irlanda y figura clave en el proceso de paz tuviese intención de fugarse para eludir a la Justicia.
A eso se ha agarrado el Sinn Féin para denunciar una maniobra de acoso político contra su carismático líder, quien se ha declarado "inocente" respecto al "secuestro, asesinato o entierro" de Jean McConville.
McConville, una viuda de 37 años con diez hijos, fue una de las diecisiete personas -dieciséis hombres y una mujer- que e IRA secuestró, asesinó y enterró en lugares secretos por colaborar supuestamente con las fuerzas del orden durante el conflicto norirlandés. Su cadáver fue finalmente hallado en 2003 en una playa del condado irlandés de Louth, en la frontera con el Ulster, pero nadie ha sido aún condenado por este asesinato, tal y como recordó ayer el primer ministro irlandés, Enda Kenny.
El jefe del Gobierno de Dublín entre conservadores y laboristas aseguró que las "auténticas víctimas" en este asunto son los familiares de McConville e instó a Adams a que "colabore lo mejor que pueda" con la PSNI.
Satisfacción A este respecto, el hijo de McConville, Michael, que tenía 11 años cuando su madre fue asesinada, expresó su satisfacción por el arresto. Estamos contentos de ver que las cosas se mueven (...). Yo y el resto de mis hermanos y hermanas estamos satisfechos de ver que la PSNI está haciendo su trabajo. Nunca pensamos que esto pudiera ocurrir (el arresto), pero estamos bastante contentos".
La grave crisis económica que atraviesa Irlanda, que abandonó en diciembre un duro programa de ayuda internacional, ha castigado sobre todo al Partido Laborista, al que parte de su electorado no va a perdonar que haya admitido la política de austeridad. El gran beneficiado podría ser el Sinn Féin, mientras que en Irlanda del Norte la formación republicana aspira a reforzar su posición como principal representante de la comunidad nacionalista católica.
El Gobierno británico negó ayer cualquier interferencia política en la detención del Adams, e insistió en que el arresto responde a una pesquisa independiente sobre el asesinato de una mujer atribuido al IRA. El portavoz oficial británico no quiso desvelar si el primer ministro fue informado con antelación de que Adams sería arrestado.