MADRID. Francisco ha subrayado, además, ante miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro que las visitas a las tumbas de San Juan XXIII y San Juan Pablo II tienen que servir "para profundizar en su pertenencia al pueblo de Dios" después de la celebración de las canonizaciones de los dos Papas el pasado 27 de abril.
Durante la audiencia general de este miércoles celebrada en una soleada Plaza de San Pedro, el Papa ha explicado el segundo don del Espíritu Santo: el intelecto. Así, ha apuntado que el "entendimiento no es una capacidad natural" sino un "regalo del Espíritu Santo para escrutar el plan de Dios".
En su catequesis, Francisco ha subrayado que, "como Jesús a los discípulos de Emaús", el Espíritu Santo, con este don, "ayuda abrir los ojos, incapaces por sí solos de reconocerlo, dando de este modo una nueva luz de esperanza a la existencia".
Así, ha explicado que se trata de una "gracia que suscita en el cristiano la capacidad de ir más allá del aspecto externo de la realidad". Ha señalado que se trata de un "regalo bello" que "abre la mente para entender mejor las cosas de Dios, las cosas humanas o las situaciones".
El Pontífice ha confrontado la inteligencia humana y el intelecto como Don del Espíritu Santo al precisar que este último "está conectado con la fe". Así, ha puesto de manifiesto que contar con el intelecto significa poder "entender una situación en profundidad como lo hace Dios", comprender "el diseño de Dios" y ser partícipe de su "intimidad y de su designio de amor", al tiempo que ha precisado que "no significa que cada cristiano pueda comprender todo".
"Uno puede leer el Evangelio y puede entender alguna cosa, pero si lo lee con el don del Espíritu Santo, entenderá la profundidad de la palabra", ha agregado.