MONTEVIDEO. La embajadora de Estados Unidos en Montevideo, Julissa Reynoso, aclaró hoy que todavía "no está cerrado" el acuerdo para que Uruguay acoja a varios presos de Guantánamo y precisó que los candidatos "no son de alto riesgo", aunque no explicó si tuvieron lazos con Al Qaeda en el pasado.
"El diálogo con Uruguay está en marcha; no se ha terminado, no se ha cerrado", afirmó Reynoso en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores uruguayo, Luis Almagro, sobre la visita que hará en mayo a Washington el presidente de Uruguay, José Mujica, para reunirse con su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama.
Sobre si los presos que podrían ser acogidos en Uruguay en una fecha que tampoco está definida tuvieron lazos con Al Qaeda en el pasado, Reynoso respondió que los servicios de seguridad de Estados Unidos han determinado que "no son un riesgo ni para Estados Unidos ni para ningún otro país".
La embajadora se negó a dar más detalles sobre la operación y las personas incluidas en el acuerdo con el argumento de que las normas de Uruguay en esta clase de procesos lo impiden y no sería "correcto" hacerlo.
Explicó, además, que se trata de "un proceso" en el que Washington trabaja "con muchos países del mundo" porque cerrar la cárcel de Guantánamo fue una de las "promesas" que hizo Obama al llegar a la Presidencia.
"Dieciocho países nos han ayudado con este asunto" y "muchos países en América Latina y el Caribe han criticado la situación" de las personas recluidas en esa prisión ubicada en la isla de Cuba y "les hemos pedido ayuda" para que hagan lo mismo, indicó.
Reynoso también reiteró que "no hay ningún acuerdo para hacer un intercambio sobre nada" con Uruguay en ese punto, en respuesta al planteamiento que hizo inicialmente Mujica a Estados Unidos de que Obama libere a tres presos cubanos integrantes del "Grupo de los cinco" que todavía permanecen en el país norteamericano.
Aunque al principio el gobernante uruguayo mencionó el tema como una suerte de moneda de cambio, luego se desdijo.
Por su parte, Almagro indicó en la misma rueda de prensa que la defensa de los derechos humanos y el caso de Guantánamo han sido una "prioridad" en la agenda de Uruguay con Estados Unidos pero el Gobierno de Mujica nunca pensó que tendría "la oportunidad" de "participar directamente" en el proceso.
Fue "un pedido puntual" que Montevideo recibió "con beneplácito" pues se trataba de "personas ilegalmente detenidas".
Al igual que Reynoso, el canciller se negó a dar detalles sobre los presos, que según afirmaron las autoridades uruguayas en las últimas semanas serían seis y al parecer ya fueron seleccionados en una visita de una delegación gubernamental uruguaya a esa cárcel.
"Las normas uruguayas no permiten dar datos sobre identidad, filiación o actividad de las personas que pueden ser acogidas", precisó Almagro, antes de explicar que el Gobierno uruguayo está resolviendo "la forma jurídica en la que (los presos) van a ser recibidos" en la nación sudamericana.
La posible llegada a Uruguay de los reclusos, que en principio quedarían libres aunque bajo vigilancia policial, por su seguridad, ha sido cuestionada por algunos juristas uruguayos y motivó que la Presidencia recibiera a la cúpula de la poderosa comunidad judía en el país para dar explicaciones sobre su decisión.
Aunque no está en la agenda oficial, el tema será una de las cuestiones más importantes de la reunión que sostendrán en la Casa Blanca el 12 de mayo Obama y Mujica en el marco de una visita del gobernante sudamericano a Estados Unidos que fue confirmada oficialmente el lunes.