bruselas - A Arseni Yatseniuk, el primer ministro interino de Ucrania, el anuncio del Parlamento de la república autónoma de Crimea de adherirse a Rusia le cogió ayer a punto de reunirse con los 28 Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea en una cumbre extraordinaria convocada exclusivamente para responder a lo que muchos consideran ya la amenaza más grave para la estabilidad desde la Guerra Fría. "Si continúa la escalada de tensión y la acción militar de Rusia, el Gobierno ucraniano y sus fuerzas armadas responderán a la amenaza. Estamos preparados para responder", manifestó el primer ministro.

Yatseniuk dejó claro que "Crimea es, ha sido, y será parte integral de Ucrania", que el referéndum es ilegal y que el gobierno protegerá la integridad territorial, la soberanía y la independencia del país. Un objetivo que la Unión Europea apoya y comparte y lo demostró suspendiendo varias negociaciones políticas con Moscú y advirtiendo que habrá sanciones económicas si no aceptan dialogar con Kiev en los próximos días.

"La tensión debe reducirse y si Rusia no da pasos para hacerlo tendrá graves consecuencias para nuestras relaciones bilaterales", advirtió el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, tras una reunión de más de cinco horas, de las cuales más de tres las dedicaron a escuchar y a hablar con Arseni Yatseniuk, que se presentó como proucraniano y no antiruso. La jornada se saldó con una declaración política de la Unión Europea que incluye represalias en tres fases.

De momento serán simbólicas, en línea con lo que pedían países como Alemania, España, Holanda o Finlandia. Se suspenden las negociaciones con Rusia sobre la liberalización de visados así como el diálogo para un nuevo acuerdo bilateral de asociación y los preparativos de cara a la cumbre del G8 prevista para junio en la ciudad rusa de Sochi. La UE amenaza, sin embargo, con ir más lejos si Moscú no atiende a los llamamientos de la comunidad internacional con medidas como congelación de activos a dirigentes rusos y otras sanciones económicas. "La solución a la crisis debe buscarse a través de negociaciones entre los gobiernos de Ucrania y la federación rusa", "deben empezar en los próximos días" y "tener resultados en un periodo limitado de tiempo", exigen.

Evitar el referéndum Un mensaje con un objetivo: evitar que Crimea celebre un referéndum que los 28, igual que Ucrania, consideran ilegal. "Es una decisión ilegítima y ese mal llamado referéndum no tiene base legal alguna", recordó Yatseniuk, insistiendo en que si la escalada militar va a más y hay una intervención militar en territorio ucraniano por fuerzas extranjeras, el gobierno y el ejército actuarán. "Estamos preparados para proteger nuestro país", advirtió recordando que Rusia es una potencia nuclear "peligrosa" con la que está dispuesto a cooperar aunque sin rendición ni subordinación.

"¿Nos estamos volviendo locos? ¿Cómo puede ser aceptable que en pleno siglo XXI, sin base legal, sin razón, un país con bomba nuclear decida invadir otro?", preguntó el primer ministro ucraniano. La misma sensación tienen algunos mandatarios europeos, especialmente los de Europa del este como la lituana Dalia Gribauskaite que ayer acusó a sus colegas de no enterarse de lo que ocurre. "Los europeos tienen que entender que esto es serio. Se trata de redibujar las fronteras y si permitimos que esto ocurra habrá un próximo", alertó.