Adis Abeba. Los jefes de Estado reunidos en la cumbre de la Unión Africana (UA) intercambiaron ayer mensajes de esperanza por la mejora de la seguridad en países como Somalia, Mali o Madagascar, y de preocupación por la crisis de Sudán del Sur y República Centroafricana (RC). Los recientes conflictos surgidos en estos dos países protagonizaron la primera jornada de la XXII cumbre de la UA en Adis Abeba, que concluye hoy.
Mientras que países tradicionalmente atravesados por conflictos como Somalia parecen, a juicio de algunos de estos líderes, haber iniciado un camino hacia la pacificación, Sudán del Sur y la República Centroafricana se han sumido en un estado de alarma.
El secretario general adjunto de Naciones Unidas, Jan Eliasson, se mostró optimista sobre la situación de la paz y la seguridad en África.
Eliasson incidió en que aunque el continente aún se enfrenta a desafíos en lugares tan desamparados como Somalia, Mali y la República Democrática del Congo, la seguridad está mejorando.
El representante de la ONU aludió a su última visita a Mogadiscio, donde pudo comprobar que Somalia vive un momento esperanzador tras una guerra civil que se ha prolongado durante dos décadas. "La paz, el desarrollo y los derechos humanos están íntimamente ligados, y los países destrozados por un conflicto pueden tardar más de un cuarto de siglo en rehabilitarse", advirtió. Eliasson avanzó que Naciones Unidas profundizará su asociación con la UA para lograr estos objetivos.