Bruselas/Kiev. La alta representante para la UE, Catherine Ashton, dijo ayer que declarar el estado de emergencia en Kiev, como estaría planeando el Gobierno ucraniano según algunas informaciones, "no beneficiaría a nadie". "Estoy alarmada por algunos informes que he leído sobre que el Gobierno planea declarar el estado de emergencia", señaló Ashton en un comunicado. Según la jefa de la diplomacia europea, "esa declaración dispararía aún más la espiral de confrontación y no beneficiaría a nadie".

Ashton urgió a los líderes opositores a disociarse de los que están utilizando la violencia. "La única solución es la política. Lo que se necesita con urgencia es un diálogo genuino y construir un nuevo consenso que abra camino", señaló. La alta representante dijo "esperar que el parlamento de Ucrania establezca las bases para una solución política" y dijo que para ello "deben revocarse las leyes aprobadas por la cámara el pasado 16 de enero". Ashton aseguró que seguirá de cerca los acontecimientos, así como que la UE "seguirá comprometida con el futuro de Ucrania". La jefa de la diplomacia europea viajará hoy a última hora a Kiev, donde se trasladó ya a finales de la semana pasada otro vicepresidente de la CE, Stefan Füle, el responsable de Ampliación.

Füle se reunió entre el viernes y el sábado en Kiev con representantes del Gobierno ucraniano, de la oposición y de la sociedad civil para identificar maneras de rebajar la tensión que vive Ucrania.

Mientras, los manifestantes opositores ucranianos desbloqueaban ayer la sede del Ministerio de Justicia en Kiev, que había sido asaltado por miembros del grupo Causa Común durante la madrugada.

Desbloqueado Representantes del partido nacionalista Svoboda (Libertad) se personaron en el lugar en compañía de un funcionario del Ministerio para anunciar que el inmueble quedaba desbloqueado, según informó el canal 5 de la televisión local. Por su parte, el funcionario de Justicia dijo que en breve un representante del Ministerio asumiría el control del edificio, que se encuentra a menos de medio kilómetro del Euromaidan, la plaza bastión de las protestas opositoras. Previamente, el diputado Stepan Kubiv, del principal partido opositor, Batkivschina (Patria), y que es uno de los líderes del Cuartel de Resistencia Nacional, tachó la toma del edificio de "provocación".

La ministra de Justicia, Yelena Lukash, había amenazado con dirigirse al Parlamento para que declarara el estado de excepción si los activistas no desalojaban de inmediato el edificio. Antes, en rueda de prensa, un miembro de Causa Justa aseguró que su organización tenía intención de bloquear los accesos al edificio, en cuya entrada se congregaron varios cientos de manifestantes con cascos. En el interior del edificio, al que pudo acceder la prensa, se podían ver columnas bien organizadas de manifestantes armados con palos. "Hemos tomado el edificio porque lo necesitamos. Nuestro objetivo es bloquear los órganos estatales para demostrar a todo el mundo que el actual Gobierno no controla nada", señalaba un activista de Causa Común llamado Alexander. El activista añadió que Causa Común "se propone tomar todos los edificios oficiales hasta que le llegue el turno a la residencia del presidente". Opositores han levantado barricadas en todas las calles que dan al ministerio y nadie puede pasar sin su autorización. La oposición controla varios edificios gubernamentales.